La explicación está en que estos temblores son muy leves como para percibirlos, ya que registran 1 en la escala de Mercalli. Si tenemos en cuenta la cantidad de movimientos diarios, la cifra expuesta anteriormente se vuelve aterradora. Pero no nos apresuremos a sacar conclusiones, ya que,en este caso en particular, lo que ocurre es “totalmente natural”, según Miguel Castro, de la Estación Sismológica de la provincia.
Como Mendoza está ubicada en una zona altamente sísmica, no es extraño para los sismólogos que se produzcan movimientos con esta frecuencia, pero sí sería motivo de alarma si esto no ocurriera.“Cuando disminuye la cantidad de sismos diarios y también la intensidad de estos esto puede indicar que la tierra está acumulando energía que no está siendo liberada de a poco, como ocurre ahora”, explicó Castro.
En este caso, se podría decir que Mendoza está en una situación normal, que no indica la posibilidad de sismos de intensidad elevada. Es necesario recordar que la sismología no puede predecir de ninguna manera un temblor, porque los movimientos de la tierra no siguen un patrón determinado.
Pese a eso, hay factores que pueden despertar incertidumbre y provocar una mayor atención por parte de quienes se ocupan del control sismológico. Es el caso en que aumenta la cantidad de movimientos en un día y se eleva la intensidad o directamente dejan de ocurrir.