El caso Carleti no está cerrado. El crimen de la empresaria del Valle de Uco tuvo uno de sus capítulos más importantes el sábado, cuando un jurado popular halló culpables a todos los imputados luego de haber permanecido encapsulados en un hotel durante más de un día, pero no será el último: los abogados defensores comenzaron a moverse y en las próximas horas empezarán a realizar una serie de apelaciones para intentar que se declare nulo el proceso.

Las penas fueron durísimas para tres de los detenidos: Leonardo Hisa, ex pareja de la víctima y dirigente radical, terminó condenado a prisión perpetua al ser considerado instigador de homicidio agravado por el vínculo, por precio o promesa remuneratoria y femicidio.

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Durante la sentencia, el juez técnico David Mangiafico entendió que Hisa debía perder el beneficio de la prisión domiciliaria porque existía riesgo de fuga y lo mandó al penal.

Kevin Guerrero y su padre, Juan Carlos, también fueron condenados por homicidio agravado al entender que cobraron una importante suma de dinero para terminar con la vida de la mujer –el primero como autor y, el segundo, como partícipe primario– y Alexis Guerrero recibió 5 años por partícipe secundario del delito de robo seguido de muerte.

Este último caso fue el que más llamó la atención de algunos juristas: para el jurado, Alexis llegó hasta la casa de la víctima el 5 de marzo del 2018 junto con su hermano Kevin pero ambos tenían distintos objetivos. “No tiene sentido lo que decidió el jurado. Para los ciudadanos, Alexis fue con la intención de robar y Kevin con la de matar porque había cobrado dinero; esto carece de lógica”, destacó una fuente de la causa.

Lo cierto es que Alexis Guerrero terminó zafando de una perpetua y en las próximas horas podría recuperar la libertad. Su abogado, Pablo Cazabán, presentará un pedido para que deje la cárcel porque se encuentra en condiciones de acceder a la libertad condicional.

Alexis recibió 5 años de cárcel y lleva 3 años y 2 meses encerrado. Al beneficio puede acceder al cumplir las dos terceras partes de la pena (3 años y cuatro meses) pero, como estudió en situación de encierro, recibiría una rebaja de pena gracias al estímulo educativo.

Así las cosas, es más que probable que este joven, quien no tiene antecedentes penales, salga de la penitenciaría antes de lo previsto.

Además de Cazabán, quien también va a cuestionar la perpetua de Juan Carlos Guerrero, otros representantes legales se encuentran trabajando en recursos de casación porque entienden que se está frente a una “sentencia injusta y carente de fundamentación” y para que sea la Suprema Corte la que tenga la última palabra.

Sopresivo

Norma Carleti fue asesinada de 55 puñaladas en su casa del centro de Tunuyán. La empresaria frutihortícola se encontraba en proceso de divorcio con Leonardo Hisa y la distribución de bienes se había transformado en un serio problema para los protagonistas.

Para el Ministerio Público, tal como detalló en los alegatos del debate, Hisa planeó el crimen de la mujer a fines de febrero, cuando las negociaciones no llegaron a buen puerto.

Los investigadores sostienen que le encargó a su hombre de confianza o mano derecha, Juan Carlos Guerrero, el asesinato a cambio de una importante suma de dinero.

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La hipótesis principal indica que les entregó parte del dinero a sus hijos para que vayan a cometer el hecho, y Kevin y Alexis –el primero con pulsera electrónica porque se encontraba con detención domiciliaria– llegaron hasta el domicilio de Carleti en un Fiat 600 blanco.

En esta parte entró en conflicto la hipótesis fiscal y también la decisión del jurado, debido a que Kevin asesinó a la mujer a cambio del dinero y Alexis entró a la propiedad con fines de robo, tal como sostenía la defensa.

Lo cierto es que Carleti recibió golpes en el rostro y terminó asesinada en la cocina de su hogar. El cadáver quedó entre una mesa y la heladera.

Vecinos dieron aviso al 911 por los gritos de la mujer, que se defendía del ataque –la acuchillaron con sus propios cuchillos–, y personal policial llegó hasta escena.

Los testigos fueron los que marcaron a los hermanos Guerrero en el lugar, además que de que luego se confirmó que la alarma del sistema de monitoreo electrónico que permitía el seguimiento de Kevin se activó.

Con el paso de las horas y los días, uno a uno, los sospechosos fueron cayendo. Hubo cambios de fiscales, aprietes y desmentidas.

Hasta el dato llamativo de que el hijo del matrimonio Carleti-Hisa defendió a su padre durante el proceso a través de un abogado.

Todo terminó cerrándose cuando los peritos confirmaron que Norma Carleti tenía rastros de piel de Kevin Guerrero debajo de las uñas.