La investigación por el tiroteo ocurrido hace poco más de un mes en pleno partido en el estadio General San Martín de Huracán Las Heras, y que pudo terminar en tragedia, sumó un nuevo detenido este fin de semana.

Se trata de Pedro Daniel Herrera Lera, a quien el fiscal Gustavo Pirrello imputó en las últimas como coautor del delito de homicidio con dolo eventual en grado de tentativa agravado por el uso de arma, por concurso premeditado de dos o más personas y por haber sido cometido en ocasión de un espectáculo deportivo, en concurso real con amenazas coactivas.

Por esa misma calificación se encuentran acusados los otros dos detenidos que tiene el caso: Jesús Adrián Videla Sánchez (19) y Carlos Alberto Gutiérrez Tello (29).

El representante del Ministerio Público también ordenó el pase a la cárcel del sospechoso y, al mismo tiempo, se continúa trabajando sobre la búsqueda del último prófugo que tiene la causa: Brandon Guajardo

En el hecho, el director técnico Mariano Romero, de Ferrocarril Oeste de General Pico (La Pampa), fue alcanzado por uno de los proyectiles disparados hacia el interior del campo de juego. 

El sindicado barrabrava que fue capturado, tiene 36 años y es conocido en la zona por haber estado vinculado años atrás a la banda de los Canavis, oriunda del barrio Santa Teresita.

Esa temida gavilla tuvo su época de auge entre 2013 y 2015, pero fue perdiendo poder con el paso del tiempo y encarcelación de sus miembros. 

Pese a eso, en el último tiempo empezó a resurgir de a poco y busca recuperar su lugar de dominio en La Nº 1, la facción que lidera el sector más violento de la hinchada del Globo mendocino, de acuerdo con detectives con experiencia en la zona.

Fuentes policiales revelaron que el Tate Lera, como se lo conoce en territorio lasherino, fue el nexo entre los Canavis y la banda de los Hijos de Nadie –también llamados los Perritos, con base en el barrio Amigorena, para iniciar un plan para descabezar la barra de Huracán. 

Ver también: Huracán Las Heras: el poder de la barra, las armas del tiroteo y un silencio que preocupa

Incluso, una línea investigativa lo marca como el responsable de buscar las armas en el barrio Santa Teresita y llevarlas hasta el Amigorena, desde donde partieron los sujetos que dispararon cuando se jugaba la fecha 30 del Federal A. 

De acuerdo con las averiguaciones realizadas en el marco del expediente liderado por Pirrello, la hipótesis principal del ataque armado es que esta coalición, a la que también se sumaron personajes de los barrios San Lorenzo y Eva Perón, busca ganar el poder de La Nº 1

Actualmente, la barra brava es liderada por tres hermanos, también originarios del barrio Santa Teresita, quienes son conocidos como el Checho, el Chueco y el Huevito.

Terror en el General San Martín

El feroz tiroteo ocurrió durante la tarde del domingo del 31 de octubre mientras se disputaban los últimos minutos del encuentro entre Huracán y Ferrocarril Oeste de General Pico.

Pese a que el equipo local se imponía por 3 a 1, una serie de detonaciones de arma de fuego comenzaron en el exterior del estado lasherino. 

Eso provocó que el árbitro Pablo Nuñez frenara el partido. Pero de repente el terror se apoderó de los presentes cuando una serie de proyectiles fueron disparados hacia el interior de la cancha.

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Hinchas, jugadores, cuerpo técnico y terna arbitral corrieron para resguardarse. En el medio, Romera fue alcanzado por un plomo de calibre 22 y cayó al césped. 

El ex jugador de selecciones juveniles, Colón, Lanús y Gimnasia de La Plata, fue trasladado de urgencia al Hospital Carrillo, donde se constató que sólo había sido rozado por la bala a la altura de la axila y se encontraba fuera de peligro.

Producto del hecho, el club mendocino recibió una sanción por parte del Consejo Federal (organizador de los torneos de ascenso del interior) y la próxima temporada arrancará con 15 puntos menos y su estadio fue clausurado por el lapso de un año.