La Justicia le dictó este miércoles la prisión preventiva a Franco Luciano Ragonese (30), único acusado por el crimen de Salvador Vanella (75), el jubilado al que asesinaron para robarle el mes pasado en Ciudad.

El presunto matador se encuentra imputado por el delito de homicidio criminis causa, es decir, matar para alcanzar la impunidad en otro delito, en este caso el robo. Con esa calificación, arriesga como única pena la prisión perpetua.

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La jueza Eleonora Arenas, del Juzgado Penal Colegiado Nº 1, le impuso la medida de coerción que había solicitado el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello, quien lidera la instrucción.

La magistrada se apoyó en una serie de contundentes pruebas que presentó el representante del Ministerio Público.

Entre ellas se destacan filmaciones de cámaras de seguridad del edificio que fue escenario del crimen, así como también el secuestro del auto de la víctima en el domicilio del acusado y cotejos genéticos, indicaron fuentes judiciales.

Además, rechazó el pedido de la defensa para que Ragonese cumpliera la prisión preventiva en la modalidad domiciliaria.

De esa forma, Ragonese continuará tras las rejas y está cada vez más complicado en el expediente.

El caso

El viernes 14 de marzo, Salvador Vanella fue internado en el Hospital Lagomaggiore tras ser llevado por su hermano. Horas antes, había sido brutalmente golpeado tras tener un encuentro con un sujeto en un departamento de calles Catamarca y San Juan, en la Tercera Sección de Capital.

De acuerdo con la reconstrucción, la víctima se reunió con Ragonese durante la madrugada de esa jornada. El presunto autor lo atacó hasta dejarlo gravemente herido, para luego robarle la billetera y las llaves de su Renault Kwind, en el que se dio a la fuga del lugar.

Tras la agresión, la víctima salió del edificio y al no encontrar su auto tomó un taxi. Acto seguido, se dirigió hasta la casa de su hermano para pedirle auxilio.

El jubilado resultó con traumatismo facial grave y contusión hemorrágica cerebral. Su familiar decidió internarlo en un nosocomio privado de avenida Mitre, donde permaneció varios días en Terapia Intensiva, bajo coma inducido y con asistencia respiratoria mecánica.

Pese al esfuerzo de los médicos, Vanella dejó de existir el viernes 19 de ese mes alrededor de las 16.45.

Tras el inicio de la pesquisa, los detectives identificaron rápidamente a Ragonese a través de las cámaras de seguridad. El sospechoso era conocido porque había sido investigado anteriormente por robos de autos y estafas.