La delincuencia no descansa. En esta oportunidad, la damnificada fue la escuela Doctor Salvador Mazza del barrio Alimentación de Dorrego, en el departamento de Guaymallén. Pero no es la primera vez que los delincuentes posan su mirada sobre esta escuela: dos semanas atrás pintaron las paredes con aerosol y, en los últimos años, robaron más de nueve veces.

   La presencia de los malvivientes en la escuela ayer a la madrugada fue advertida recién a la mañana, cuando llegaron las autoridades y se encontraron con que faltaba un televisor y una computadora, que contenía todos los datos administrativos, los registros de alumnos y profesores y material pedagógico; además, estaba conectada en red con la Dirección General de Escuelas.

    Según la regente del colegio, Alicia Andreani, “esto parece deliberado. Apuntaron a un daño concreto hacia la institución” y aseguró que esto “va a traer muchas consecuencias”. Andreani no descarta la posibilidad de que los responsables del hecho sean alumnos de la institución, aunque dijo que “también hay que tener en cuenta que la escuela está rodeada de barrios donde vive gente que podría llegar a hacer esto”. Y agregó que es un problema de la sociedad en general: “Los chicos ya no quieren a la escuela, falta el sentido de pertenencia y la sociedad tampoco siente cariño”, afirmó.

    Para la secretaria del colegio, Vanina Gutiérrez, este no fue un robo más: “Nos cortaron las manos. Se robaron el historial de la escuela”. Además, Andreani aseguró que va a recurrir a una fiscalía para que realice una investigación. “Hace tres años que venimos haciendo denuncias. Estamos en la inseguridad total, somos víctimas de todos los robos”, comentó indignada. Entre los reclamos que las autoridades de la escuela le realizan a la DGE, figuran el cierre perimetral de todo el predio, ya que para la regente “el que quiere robar tiene todo demasiado fácil. Parece una provocación”.

    Además, piden más personal de seguridad, porque no alcanza con sólo un sereno, quien, precisamente, no fue a trabajar el jueves a la noche, y piden una nueva computadora para la dirección. “Vamos a intentar que nos protejan de alguna manera, que pongan seguridad y que nos den lo que nos sacaron”, advirtió la regente. Si bien hace dos semanas gente de Infraestructura de la DGE concurrió al lugar y prometió terminar con el cierre de la parte posterior de la escuela, “todavía no hay nada concreto”, se quejó Andreani.