A pesar de contar con la mayor cantidad de medidas de seguridad disponibles, como rejas en todo el local, alarma sonora y lumínica e, incluso, un guardia que recorre la zona pero sólo durante el día, un negocio de fotografía, ubicado en pleno centro mendocino, ha sido víctima de la delincuencia cinco veces en lo que va del año.
MICROCENTRO. El último robo fue perpetrado ayer a la madrugada, cuando un grupo de delincuentes arrancó una de las rejas de la vidriera del comercio, emplazado en la esquina de San Juan y Garibaldi, y, tras romper un vidrio, ingresaron al inmueble y se llevaron todo lo que alcanzaron a cargar durante los minutos que duró el atraco.
El botín estuvo compuesto por varias máquinas fotográficas, tanto digitales como analógicas, y algunas tarjetas de memoria, que harían un valor total aproximado de diez mil pesos. La desagradable noticia llenó de impotencia al encargado de Foto Charles, Roberto Páez, quien ayer a la tarde se mostró muy ofuscado por lo que le tocó vivir nuevamente y culpó directamente a las autoridades policiales de la inseguridad que reina en la zona.
“La última vez, un jefe policial me dijo que no me podía brindar más seguridad porque no tenía más gente. Y me sugirió que dejara una persona adentro del local durante la noche, pero ellos son los que me tienen que dar una solución”, comentó con fastidio.
INDIGNACIÓN. Consultado sobre las medidas que piensa tomar de acá en adelante para tratar de evitar ser blanco de los delincuentes nuevamente, Páez comentó que están reforzando todo el enrejado del local y, con ironía, agregó: “La única que nos queda es hacer una fortaleza”.
“Yo le sugiero al ministro de Seguridad que ponga más móviles en la calle y que dejen de mirar la televisión para enterarse de los robos” explicó la víctima, en alusión a que, al parecer, la policía llegó al lugar del robo diez minutos después de que un camarógrafo de televisión tomara imágenes de la vidriera destrozada.
“Esta es la quinta vez que nos roban en el año y, contando los últimos tres años, en total, son ocho los robos, sólo en esta sucursal, porque en los otros locales nos han asaltado varias veces y nunca hemos tenido una respuesta por parte de la policía”, enfatizó Páez. Si bien el local está asegurado, el encargado se mostró indignado por este nuevo hecho delictivo y, sobre todo, por la falta de respuestas por parte de las autoridades.