La Justicia condenó la mañana de este martes a Cristian Maximiliano Olmedo Cayo (28) por el asesinato del verdulero Leandro Roberto Sullca Machuca (26), ocurrido en 2018 durante una fiesta en el barrio San Martín de Ciudad.

El acusado reconoció la autoría durante un juicio abreviado inicial acordado por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo y la defensa, en el que recibió una pena de 5 años de prisión.

Fue el juez Gabriel Bragagnolo, del Juzgado Penal Colegiado Nº 2, quien homologó el pacto entre las partes y dictaminó la sentencia por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego con exceso de la legítima defensa.

Si bien, en principio, Olmedo había sido imputado por esa misma calificación sin el exceso de legítima defensa, de diferentes testimonios surgió que fue Sullca quien portaba el arma de fuego y que el autor sólo se la quitó en un forcejeo, para luego propinarle un disparo.

Olmedo se logró mantener en la clandestinidad durante casi tres años, ya que prácticamente desde el inicio de investigación quedó sindicado como el autor y se solicitó su captura. 

Pero en agosto de este año fue capturado y a sólo cuatro meses de quedar tras las rejas, definió su futuro a través de un abreviado, evitando así el juicio oral y público.

El caso

Era la noche del sábado 22 de setiembre cuando una fiesta de la comunidad boliviana de la popular barriada del oeste capitalino, se desarrollaba en el salón La Diosa, localizado en calles Uspallata y Gran Capitán Sur.

Allí se encontraba Sullca junto a sus padres, esposa, hijos y demás seres queridos. El evento se desarrollaba con total tranquilidad hasta que a las 23, Olmedo ingresó al lugar.

Ver también: “Quiero que pague por lo que hizo, dejó a mis tres nietos sin su padre”

El sospechoso fue directamente en búsqueda del verdulero. Discutieron, Sullca sacó una arma de fuego y en el forcejeo Olmedo se la quitó y le propinó un disparo con una pistola 9 milímetros por la espalda, frente a su familia.

Los presentes intentaron evitar que el agresor se escapara, pero Olmedo logró escabullirse entre la muchedumbre. Tras eso, no volvió a ser visto por la zona del San Martín.

En tanto, Sullca quedó malherido y sus parientes lo trasladaron rápidamente hacia el Hospital Lagomaggiore, ubicado a pocos metros de la escena.

En ese nosocomio, los médicos intentaron reanimarlo. Pero, pese a los esfuerzos, sólo pudieron confirmar que la víctima había dejado de existir.

Tras el hecho de sangre, surgió de testimonios que el ataque contra Sullca estuvo motivado por un conflicto que mantenía debido a la compra de un auto por parte de Olmedo. En esa transacción, la víctima actuó como intermediario y el victimario no había quedado conforme.

Debido a eso, la semana previa al crimen se habían cruzado en la calle y protagonizaron una pelea, a partir de los reproches de Olmedo.