Tres certeros disparos efectuados por un sujeto encapuchado fueron suficientes para terminar con la vida de Miguel Humberto Núñez, de 26 años, quien sin sospechar lo que le deparaba el destino le había abierto la puerta de su domicilio a quien poco después sería su asesino.
Casi diez minutos faltaban para que fueran las 23 del martes cuando la víctima, quien se encontraba en el interior de su vivienda, ubicada en la manzana C del barrio santo Tomás de Aquino, en El Algarrobal, junto a su mujer, escuchó que llamaban a la puerta de su casa, lo que hizo que se acercara hasta allí para ver quién lo solicitaba. Grande fue la sorpresa de Núñez cuando al abrir vio a un hombre encapuchado, quien sin decirle nada extrajo un arma de fuego y le gatilló tres veces a quemarropa. Uno de los disparos le dio en la cabeza, otro en el tórax y el último le impactó en el brazo derecho.
Tras el ataque, el agresor se fue corriendo del lugar del hecho y se perdió en un descampado que hay en la zona. La mujer del herido, al oír las detonaciones y ver la desagradable escena de su pareja tirada en el piso sobre un gran charco de sangre, comenzó a gritar desesperadamente, lo que alertó a los vecinos, quienes avisaron de lo sucedido a la Policía. En la vivienda se hizo presente un móvil policial y una ambulancia del servicio coordinado, cuyos médicos sólo pudieron constatar que Núñez había fallecido. No se conocen los motivos que provocaron el ataque, pero se presume que se trató de un ajuste de cuentas. /L.G.