El caso de la mujer decidió matar a su hija y luego suicidarse, sacudió la noche del miércoles a la pequeña comunidad de La Asunción, ubicada en medio del secano lavallino.
La mujer y la criatura, identificadas como Laura Marisol Jofré (26) e Isis Ángeles Barros (6), fueron encontradas sin vida por el esposo y padre, respectivamente, de ellas. Los cadáveres de ambas estaban colgados del techo.
Una exhaustiva investigación que duró hasta altas horas de la madrugada de este jueves permitió establecer que no hubo intervención de terceros y que Jofré atravesaba un grave cuadro de depresión.
Así las cosas, la causa que lidera la fiscal de Homicidios Andrea Lazo se encamina al archivo. Sólo resta la incorporación de algunos informes y resultados de peritajes al expediente, para dar la instrucción por terminada.
Fuentes allegadas a la pesquisa detallaron que todo comenzó algunos minutos después de las 19 cuando un hombre estaba volviendo de trabajar y llegó a su domicilio, ubicado en la calle principal del pueblo histórico, cerca de la capilla de la Asunción de la Virgen del Tránsito.
Al dirigirse hacia su dormitorio, se encontró con una espantosa escena: su esposa y su hija estaban ahorcadas, colgadas un palo rollizo del techo. La mujer se encontraba sujetada con un alambre y la niña con una tela de género.
Horrorizado, el hombre empezó a pedir auxilio a los gritos. Eso fue escuchado por el párroco de la zona, quien se acercó hasta la vivienda y lo ayudó a descolgar los dos cuerpos.
Acto seguido, dejaron los restos de la mujer en el suelo y la criatura sobre la cama matrimonial, para luego darle aviso a través de un llamado telefónico a la Comisaría de Costa de Araujo.

Desde esa dependencia se informó la novedad al Centro Estratégico de Operaciones (CEO) y una vez que las autoridades tomaron conocimiento sobre la situación, se activó el protocolo de femicidio, al igual que sucede cada vez que la muerte de una mujer tiene intervención policial.
Así, la fiscal Lazo y su equipo, efectivos de la Policía Científica y un perito del Cuerpo Médico Forenese (CMF) emprendieron un viaje de más de 80 kilómetros para llegar hasta la escena.
Las labores de los especialistas permitieron establecer al cabo de algunas horas que no hubo intervención de terceros y que la mujer y su hijita habían fallecido a raíz de una asfixia por ahorcamiento.
Es más, confirmaron que el padre de la niña estuvo trabajando en un puesto de la zona y no contaba con antecedentes de ningún tipo. Según trascendió, la mujer se comunicó con él antes del hecho y le dijo, palabras más, palabras menos: “No puedo vivir sin mi hija”.
Asimismo, los sabuesos que trabajaron en el lugar recolectando datos y entrevistando a testigos, descartaron que haya existido alguna situación de violencia de género. Al contrario, surgió de las averiguaciones que Jofré era paciente psiquiátrica.
Las fuentes del caso explicaron que la mujer se encontraba desde hace tiempo con un tratamiento por depresión y que recientemente había dejado de tomar la medicación que le recetaron.
La hipótesis de los detectives sostiene que esa situación agravó su cuadro y condujo a que tomara la decisión de acabar con su vida y la de su hija.