La causa que investiga el fiscal especial Eduardo Martearena por un presunto enriquecimiento ilícito del ex presidente del Instituto Provincial de Juegos y Casinos Miguel Alonso comenzó a tener sus derivaciones. Es que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) inició averiguaciones sobre el estado de las cuentas bancarias y sobre las personas que figuran como titulares de los bienes que serían propiedad de Alonso, tal como figura en la documentación que presentó el abogado del ex funcionario, Oscar Dimas Agüero, a los pocos días que se abrió el expediente.

        Según informaron fuentes tribunalicias, la AFIP ha puesto sus ojos en el clan Alonso por evasión impositiva: su esposa, la cuñada y un hombre que es comerciante, quien sería su concuñado. Todas estas personas figurarían en los documentos como titulares de los tres costosos bienes que adquirió Alonso desde que comenzó el año, pero, tal como agregaron las mismas fuentes, ninguna de ellas tendría un ingreso mensual de dinero para afrontar semejante gasto.

CUESTIONES FAMILIARES.

        Al igual que la Justicia, la AFIP investigará a la esposa del ex funcionario, quien renunció el lunes por la presión que originó la investigación de la Unidad de Delitos Complejos. La mujer, quien no trabajaría, figuraría como titular de uno de los autos que Alonso compró este año: un Citröen Xara Picasso, cuyo valor treparía a los 62.000 pesos. Asimismo, la cuñada figuraría como la propietaria de la lujosa vivienda que construyó Alonso en un barrio privado de Chacras de Coria, Luján, llamado Pueyrredón.

         La casa, ubicada en la manzana C lote 3 del exclusivo complejo, le habría costado al ex funcionario más de un millón de pesos. Lo cierto es que en ese inmueble reside sólo Alonso con su familia y no su cuñada, de profesión dentista, quien no llegaría, con sus ingresos, a poder cubrir esa cifra. Por último y ya que el ex titular del Casino no tendría sus bienes a su nombre, tanto el fiscal especial como la AFIP están indagando sobre el auto importado que compró a mediados de este año: un Peugeot 406, de 145.000 pesos. Este vehículo estaría a nombre de su concuñado, un hombre que se dedica a la venta de cortinas.

      A todo esto hay que sumar que la Justicia también investiga los depósitos bancarios del ex funcionario. A principios de año, durante el mes de enero, habría depositado más de 200.000 pesos en una cuenta, más otros giros que rondarían el medio millón de pesos para un condominio ubicado en Pinamar. Además, en los meses sucesivos habría confiado a un banco cerca de 65.000 pesos. La duda que tienen los pesquisas se basa en que Alonso tenía sólo un ingreso mensual de 3.700 pesos por ser el máximo referente del Instituto de Juegos y Casinos de la provincia.