El caso del suicidio de una mujer policía sacudió a la fuerza la madrugada de este miércoles en San Martín. La funcionaria, identificada como Blanca Gloria Suárez Caligiolo, había publicado un estado de Whatsapp antes de su muerte, en el que responsabilizaba a su pareja, quien también es efectivo, por la decisión que tomó.

Por ese motivo, el subcomisario Fabián Eduardo Herrera Lizuñiga (48) fue aprehendido y está siendo investigado por una posible instigación al suicidio.

El caso quedó a cargo del fiscal de La Colonia-San Martín Gustavo Jadur, quien se encuentra reuniendo pruebas para definir la situación procesal del policía.

Tras la captura, se le realizó al marido de la mujer la prueba de guantelete, para descartar que haya disparado el arma de fuego hallada en la escena.

En tanto, también intervino la Inspección General de Seguridad (IGS), que ya estaba instruyendo, al mismo tiempo que la Justicia, un expediente contra Herrera por la compra de medicamentos con documentación falsificada. No descartan que exista una conexión entre ambos hechos, señalaron fuentes consultadas.

El hecho ocurrió antes de las 3 cuando las autoridades tomaron conocimiento sobre la muerte de Suárez en su casa de calle Almirante Brown, casi esquina con avenida Lima, en pleno centro del departamento esteño.

Ante eso, uniformados fueron desplazados hasta el lugar y entrevistaron al subcomisario Herrera, quien les relató a sus colegas que estaba durmiendo en su dormitorio cuando todo sucedió.

Agregó que antes había consumido medicamentos por los problemas traumatológicos que sufre en la espalda, por lo que se encuentra de licencia desde hace aproximadamente un año.

Según su relato, en un momento escuchó un ruido, por lo que se dirigió hacia el comedor del inmueble. Allí encontró a su esposa sentada en un sillón, con el arma reglamentaria en la mano derecha y sin vida.

Fuentes policiales indicaron que la mujer se propinó un disparo en la cabeza, a través de la boca, que le quitó la vida en el acto.

El funcionario agregó ante los efectivos que trabajaron en la escena, que estimaba que el desencadenante del suicidio fue la citación que habían recibido junto a su pareja, por parte de la IGS, en el marco del sumario por el que está siendo investigado por la compra de medicación con recetas apócrifas.

Tras tomar conocimiento sobre la situación, desde la Unidad Fiscal ordenaron aprehender a Herrera. También se incautó su celular y el de Suárez y computadoras que habían en la casa.

Horas después, allegados a la mujer presentaron la captura de una estado de Whatsapp que Suárez publicó a las 2.34, minutos antes de su muerte. A través del mismo, apuntó contra su esposo: “Perdón. Ya no lo soporto más 10 años de sufrir una relación donde solo me manipuló con idas y vueltas. Me obligaba a mentir me obligaba a trabajar me obligaba a tomar remedios para dormir que el conseguía misteriosamente. Ya no lo soporto (sic)”, rezaba el mensaje.

En ese texto, Suárez sentenció: “Ya no puedo mas. Me trata de todo y siempre su familia le creyó a el. Perdón familia mia. Pero esto ya no lo soporto. Dios Perdón. Recibeme”, dejando en claro que iba a atentar contra su vida.

Esa prueba complicó la situación del subcomisario Herrera y tomó fuerza la hipótesis de una instigación al suicidio.

Además, los pesquisas judiciales y de la IGS analizan si el funcionario obligaba a tomar a Suárez los medicamentos que adquiría de forma ilícita, de acuerdo con una denuncia que radicó un médico semanas atrás.

Por su parte, las fuentes revelaron que a Suárez prestaba servicio en la Direccion de Programación Operativa y Eventos (DIPOE) del Ministerio de Seguridad. A principios de año, había sido sometida a los controles correspondientes por parte de Sanidad Policial y la aprobaron para utilizar el arma reglamentaria.