Esta semana continuó la investigación que emprendió hace unos meses la Justicia de San Luis sobre la historia que involucra a una pareja de mendocinos radicados en San Luis, quienes adoptaron a una bebé recién nacida de manera ilegal. El juez Jorge Sabaini Zapata de la vecina provincia citó a Marcelo Fernández y Nancy Muñoz –padres adoptivos, acusados por el delito de supresión y alteración de identidad– para indagarlos sobre el modo en que sucedieron los hechos. Cuando la pareja se presentó antes de ayer ante el magistrado se abstuvo de declarar.
EL HECHO. La historia comenzó en mayo de este año, cuando María Cristina Agüero, oriunda de Candelaria –localidad puntana–, dio a luz a una pequeña bebé en la Clínica Italia de aquella provincia. Levantó sospechas entre los empleados del centro de salud que un hombre bien vestido, con alto nivel cultural, se presentara como el padre de la bebé y mostrara un interés inusual por la criatura recién nacida.
Esto llamó la atención de quienes trabajan en el área administrativa y se dio aviso inmediatamente a los ejecutivos de la clínica, dado que el aspecto del hombre no coincidía para nada con el de la mujer, quien se encontraba mal vestida y parecía de condiciones muy humildes. El abogado del nosocomio dio aviso a la Justicia sobre la posible irregularidad y se aportó toda la documentación necesaria de los detalles del nacimiento de la bebé, como medida precautoria de la clínica. La Justicia de San Luis tomó conocimiento del extraño hecho e inició inmediatamente las investigaciones pertinentes.
Fernández y Muñoz, ambos mendocinos, recibieron de manera irregular, obviando los pasos de la tramitación legal para adoptar, a la bebé, ya que argumentaron que la madre biológica no podía mantenerla económicamente. Luego, viajaron a Mendoza para inscribirla como propia y conseguir los certificados correspondientes, tanto en un centro de salud de Lavalle como en el Registro Civil de la zona. La nena nació el 17 de mayo en la clínica puntana. Desde el primer momento, la madre de la chiquita y los padres adoptivos intentaron fraguar la identidad de la bebé. La pareja que recibió a la bebé la inscribió directamente a su nombre, como si fuera su hija biológica.Una vez realizados los trámites necesarios, regresaron a su residencia de San Luis.
LA JUSTICIA PUNTANA. El juez Sabaini Zapata analizará en los próximos días la situación para, posiblemente, procesar a la pareja mendocina por el delito de supresión de identidad, que prevé una condena de dos a seis años de prisión. Tampoco se descarta la citación de la madre biológica para la semana próxima, quien deberá prestar declaración sobre este caso particular. Cuando este hecho tomó estado público, la madre biológica se presentó ante la Justicia de esa provincia para solicitar la restitución y reclamar la tenencia legal de la niña. Esta decisión la tomó debido al miedo que le proporcionó semejante suceso y las dimensiones que acarreó la operación efectuada por ella y los padres adoptivos.