En los próximos días se puede librar una “batalla” legal en los Tribunales provinciales. El caso que mantiene al adiestrador y perito Marcos Herrero tras las rejas por plantar pruebas en causas de desapariciones que se instruyen en Mendoza y también en Santa Cruz abrirá el juego sobre la inocencia y la culpabilidad, y será un juez de primera instancia el que tenga la primera palabra en esta etapa del proceso, la inicial.

Este miércoles, el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello ordenó que el policía exonerando oriundo de Río Negro sea trasladado a la cárcel luego de que rechazara admitir la culpabilidad de los delitos que le endilgó el martes por manipular evidencia en el caso Viviana Luna y pactar una pena de 2 años y cuatro meses de encierro, es decir, de ejecución condicional.

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Básicamente, la propuesta del Ministerio Público partió en que reconociera las imputaciones de falsa denuncia, falso testimonio, encubrimiento y usurpación de títulos y honores (que prevé de seis meses a 9 años de cárcel) y siguiera su vida en libertad pero condenado.

Sin embargo, Herrero, luego de que, por la mañana, se reuniera con su abogado, Mauricio Cardello, mantuvo su postura de inocencia y rechazó cualquier tipo de pacto.

Acto seguido, solicitó la excarcelación. Ante esto, el planteo de la defensa la deberá definir un juez antes de fin de año. Existe la posibilidad de que el polémico perito acceda al beneficio de la excarcelación (no tiene antecedentes) pero también reina la preocupación de que se la rechacen porque la fiscalía argumentaría riesgo de fuga y entorpecimiento de la investigación.

Si esto último sucede, el imputado pasará todo el verano en el pabellón de funcionarios de la cárcel de Boulogne Sur Mer y deberá esperar a que la fiscalía solicite una audiencia de prisión preventiva, ya que sería poco probable obtener una fecha para que un juez analice la medida cautelar que afecta la libertad antes del 31. Además, los Tribunales entran en el receso llamado feria y afecta todo enero.

De acuerdo con fuentes judiciales, Cardello fue a visitar a Herrero a la celda donde fue alojado (en la Comisaría Tercera de Ciudad) y mantuvo una extensa charla para analizar las pruebas que se incorporaron en los últimos dos meses.

La conclusión del sospechoso fue contundente: mantuvo su inocencia y respondió rápidamente con un pedido de excarcelación.

La fiscalía no tiene la intención, agregaron las fuentes, de dar el brazo a torcer, debido a que se apoya en un trabajo contundente que confirma su hipótesis, y rechaza de plano cualquier tipo de beneficio que deje a Herrero en la calle.

La única alternativa que ofreció el fiscal Pirrello fue el juicio abreviado para que luego un juez homologue el acuerdo.

Así las cosas, el caso Herrero sigue generando sorpresas luego de que se ordenara su detención el viernes, cuando estudios genéticos, escuchas telefónicas (una colaboradora de la agrupación Kunti K9 hablaba de su accionar) y hasta videos confirmaran en el expediente que plantó pruebas luego de ser contratado por la familia de Viviana Luna –desaparecida desde diciembre del 2016 en Potrerillos, Luján– a cambio de 150.000 pesos.

Su “fama” de perito y experto en hallazgo de pruebas en causas con repercusión nacional (actuó en casos como el de Facundo Astudillo y Santiago Maldonado), motivaron que también los parientes de Abigaíl Carniel, la joven desaparecida desde abril de este año en el barrio Sargento Cabral, lo contrataran a cambio de unos 50.000 pesos.

Por eso se habla de una estafa “social”, debido a que los hijos de Luna, y también la familia de Carniel, realizaran colectas públicas para poder abonar sus servicios.

Tal como reveló El Sol a principios de semana, luego de la detención del adiestrador, las pruebas que lo mantienen tras las rejas son demasiadas. A las ya citadas, una serie de declaraciones y también informes genéticos forenses motivaron su detención.

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En setiembre, apenas llegó a Mendoza para rastrillar la zona donde vieron por última vez a Luna, dijo que “encontró” partes de un cráneo quemado y anotaciones varias con nombres de políticos, policías, un hombre asesinado y hasta el del juez procesado Walter Bento en el interior de un monedero dañado.

El objetivo, contaron investigadores con experiencia, era sembrar la duda de un asesinato vinculado a la trata de personas y el poder.

Pirrello, quien estaba de turno por esos días –el caso Luna lo instruye su par, Claudia Ríos– ordenó el secuestro de la evidencia y solicitó al Laboratorio de Huellas Genéticas un profundo análisis. A los pocos días se confirmó que los rastros pertenecían a un varón y que contenían ADN en exceso de Herrero.

Con el paso de los días, y con la duda de que también había plantado pruebas cuando fue contratado –a cambio de 100.000 pesos–, para buscar en Santa Cruz a otra mujer desaparecida –la hotelera de 61 años Marcela López, quien falta de su hogar desde mayo de este año–, se requirió un cotejo de huesos en ambas causas.

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Ya con el ex policía detenido –fue expulsado de la fuerza este año porque dejó de presentarse a cumplir tareas–, se confirmó que los restos óseos hallados en Santa Cruz (en la casa de la ex pareja de López, generando dudas para instalar un caso de femicidio) y los levantados en una casa abandonada mientras buscaban a Viviana Luna en Potrerillos, pertenecían al mismo cadáver.

Además, se peritará un fémur que tiró a la casa de una vecina cuando personal policial allanaba su domicilio en Viedma el viernes, cuando los investigadores ejecutaban la orden de detención

En Santa Cruz, Herrero también podría tener otro dolor de cabeza, debido a que también se judicializará su polémico trabajo en el caso López y podría llegar a terminar en Mendoza con una condenada unificada de tres años de prisión en suspenso.