Un subcomisario que está siendo investigado por la Inspección General de Seguridad por un hecho ocurrido a principios de este año es, desde hace poco menos de un mes, la máxima autoridad de uno de los cuerpos especiales de la Policía local. Se trata de Raúl Facello, quien se encuentra al mando de la Policía Montada a pesar de que el domingo 5 de febrero fue encontrado a bordo de un auto oficial junto a una mujer en Tunuyán mientras debía comandar un operativo policial en el departamento de Guaymallén.
A raíz de este hecho se le inició un sumario administrativo y fue pasado a revista pasiva por 60 días y si bien ya cumplió esa sanción, su situación aún no ha sido definida. En otros casos similares, colegas suyos han sido suspendidos hasta que haya una resolución definitiva.
OTROS CASOS.Como ejemplos se podrían citar al comisario de General Alvear quien habría utilizado un móvil policial para irse de vacaciones a fines del año 2004. O más cerca en el tiempo, al comisario Carlos Chávez, quien está acusado de cobrar dinero a familiares de víctimas de hechos resonantes para pagar a informantes cuando era el jefe de la división de Homicidios. Ambos fueron pasados a disponibilidad hasta que se resuelvan sus casos, es decir, son apartados de la fuerza y cobran la mitad de su sueldo.
En el caso de Facello, fuentes del Ministerio de Seguridad aseguraron que en pocos días podría resolverse su situación, pero luego de que la IGS aconseje una medida a la Junta de Disciplina. En última instancia, este es el órgano que debe decidir si acata la sanción propuesta por la inspección o si la modifica. Además de la citada causa, los miembros de la inspección tienen entre sus manos otros dos expedientes en los que se involucra a Facello en distintos hechos en los que su accionar fue sospechoso, relacionados a una auditoría por combustible y a la compra de fardos de pasto.
COMPORTAMIENTO IRREGULAR. El suceso más grave en el que se involucra al subcomisario ocurrió el domingo 5 de febrero a la tarde. Ese día, Facello fue visto por una alta autoridad de la cartera de Seguridad en momentos en que manejaba un Chevrolet Corsa, que si bien no estaba pintado como un móvil policial, pertenecía a la fuerza. En su interior iba, además, una mujer, quien según trascendió también sería policía, con el rango de cabo.
Al notar su presencia, el funcionario le ordenó que se detuviera en el control policial de la ruta 40 para indagarlo sobre qué función estaba cumpliendo en ese lugar, pero el acusado eludió el puesto de vigilancia e intentó darse a la fuga. Sin embargo, uniformados del Valle de Uco comenzaron una persecución y lograron detenerlo a unos kilómetros de allí. Así fue como se comprobó que quien manejaba era Facello, quien ese día a esa hora debía llevar a cabo una orden de detención en Guaymallén emanada por la Oficina Fiscal Nº 8, donde prestaba servicios.