Sólo 48 horas permaneció aprehendida la única sospechosa que tenía el crimen de Eduardo Javier Ibañez (44), quien fue ultimado a golpes el sábado en un aguantadero de Guaymallén.

La joven, apodada la Yeni, había quedado comprometida en el comienzo de la investigación porque fue la única persona que vecinos vieron salir de domicilio antes de que la víctima fuese hallada sin vida.

Ver también: Crimen en Guaymallén: la vida en un aguantadero y las dudas sobre la joven detenida

No obstante, ninguna de las pruebas incorporadas en las últimas horas apuntaron contra la chica de 23 años, que cuenta con varios antecedentes penales y tiene problemas de adicción, indicaron fuentes allegadas a la causa.

Incluso, un testigo explicó que fue la propia joven quien le advirtió sobre la muerte de Ibañez, más conocido como el Capicúa, y que eso permitió dar aviso a la línea de emergencias 911 y a los familiares de la víctima. 

Por esos motivos, el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello le dio la libertad pura y simple y la pesquisa quedó sin detenidos ni sospechosos identificados. 

Así las cosas, el representante del Ministerio Público aguarda por el resultado de los trabajos que realizó la Policía Científica en la escena y esperan que alguna huella o rastro pueda conducir hacia el o los autores. 

También puede ser clave el peritaje sobre los caños que fueron secuestrados en el teatro del hecho, ya que creen que uno de esos elementos fue utilizado como arma para acabar con la vida del Capicúa

El caso

Todo comenzó el sábado minutos antes de las 13 cuando un llamado a la línea de emergencias 911 alertó sobre un hombre que se encontraba sin vida en un domicilio de calle Fray Justo Santa María de Oro al 728.  

Cuando policías se desplazaron hasta allí encontraron a la madre de Ibañez en la entrada al inmueble y les indicó que encontró a su hijo fallecido en el patio y que tenía el rostro lleno de sangre. 

Los efectivos se adentraron en la propiedad y constataron lo que les dijo la mujer, por lo que le dieron intervención a personal de Homicidios.

Posteriormente, peritos de la Policía Científica que revisaron el cadáver en la escena determinaron que la víctima tenía múltiples heridas contuso-cortantes en el cuello y en la zona intercostal.

Vecinos de la zona indicaron que en esa casa suelen juntarse personajes de la zona a consumir alcohol y estupefacientes, de acuerdo con fuentes judiciales. 

Por esas versiones vertidas en el expediente, la hipótesis que manejan los detectives es que se produjo un altercado entre sujetos que frecuentaban el lugar, potenciado por el consumo de sustancias, y que terminó con el ataque letal al Capicúa