Un nuevo episodio violento habría tenido como protagonista a un efectivo policial, el cabo Omar Ochonero, quien se desempeña como fotógrafo de la Policía Científica. El uniformado fue denunciado por Gustavo Depetris, padre de un niño de 9 años, luego de que le encontrara al pequeño marcas de un cinturón en la espalda. La denuncia fue radicada en la Fiscalía número 11ª, de la Comisaría 11ª de Luján de Cuyo, el domingo, minutos después de que los supuestos hechos se produjeron en una casa de Costa Canal, Agrelo, donde vive Ochonero con la madre del pequeño, Claudia Abregú.
VIOLENCIA.
Los actos de violencia se habrían producido al mediodía del domingo, según el relato de la abuela paterna del pequeño,María Depetris, y su tío,Marcos Depetris. El Sol habló con vecinos del humilde barrio lujanino y con familiares del nene, quienes manifestaron que ellos estaban almorzando cuando se enteraron por otros habitantes de la zona que la abuela materna del chico –también habría sido golpeada por el hombre–, estaba discutiendo fuertemente con el concubino de su hija Claudia Abregú. Según manifestaron algunos vecinos, el hermano de la madre de los pequeños fue corriendo a ver lo que sucedía, ya que vive cerca del lugar, y se encontró a Ochonero fuera de sí. Luego de unos instantes, el niño salió corriendo asegurando que no quería volver a la casa. Minutos después llegó el padre del menor,Gustavo Depetris, quien corroboró todo lo que había sucedido y, sin mediar palabras, tomó a su hijo y se fue directamente a realizar la denuncia a la Comisaría 11ª de Luján, junto a su hermano Marcos. “El nene venía descompuesto, cuando lo trajimos a casa, le levantamos la remera y tenía el cinto marcado en la espalda”, relató la joven que rescató al niño.
“NO TOCARLO PORQUE ES MILICO”.
Los parientes del pequeño comentaron que, en reiteradas oportunidades, Ochonero amenazó a los vecinos de la villa de emergencia, asegurando que a él no había que tocarlo “porque es milico”. Según María y Marcos Depetris, el niño manifestó ante las autoridades policiales que fue a tirar la basura enfrente, arrojó unas piedras al río y Ochonero lo llamó a gritos, exigiéndole que entrara de inmediato. Además, en ese mismo episodio, “el chico relató que el hombre también le había pegado a su hermanito en la pierna.
Esto lo constató la policía, cuando a la siesta fuimos a la casa junto al efectivo policial que tomó la denuncia y vio como el menor tenía marcadas las piernitas”, explicó Marcos. Luego de esto, los dos nenes que supuestamente fueron golpeados, y un tercer hermano, se quedaron en la casa del padre durante el fin de semana y, posteriormente, regresaron a la casa de su madre.
La causa está en manos del magistrado del Primer Juzgado de Familia, Germán Ferrer, quien deberá resolver la tutela de los pequeños. Si bien no pudo dar detalles del caso, aseguraron que el martes comenzó a instruirse el expediente por la supuesta agresión al niño.