En el barrio Toma 7 de Mayo, al oeste de la ciudad de Neuquén, mataron a golpes en su propia casa a un niño de dos años, Salomón Antivil, y los vecinos decidieron hacer justicia por mano propia: quemaron la precaria casilla en la que vivía el menor junto a su familia luego de enterarse de que el principal acusado del crimen era Laurentino Andrés (26), el padrastro de la víctima.

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Fuentes judiciales revelaron que los primeros resultados de la autopsia mostraron que Salomón fue víctima de una interminable serie de golpes en todo su cuerpo que le causaron la muerte casi al instante

Y al igual que sucedió con Lucio Dupuy, el niño pampeano de cinco años asesinado a golpes, hay un elemento todavía más estremecedor: el chico neuquino también sufrió abusos sexuales. “Todavía no se determinó si usó algún objeto en el golpiza pero se está investigando”, aclaró la fuente.

El fiscal general de Neuquén, José Gerez, calificó como “un hecho aberrante” el crimen a golpes, mientras que el padrastro de la víctima, detenido por el asesinato, fue imputado del homicidio agravado por alevosía y el abuso sexual, informaron fuentes judiciales.

En tanto, durante una audiencia realizada en la Ciudad Judicial de Neuquén, el fiscal del caso, Andrés Azar, pidió la imputación del sospechoso por el delito de “homicidio agravado por alevosía en concurso real con abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por haber sido cometido contra un menor de 18 años aprovechando su situación de convivencia y por la guarda, todo en calidad de autor”, de acuerdo con lo informado por el MPF provincial en su sitio web.

Azar tuvo en cuenta a la hora de realizar la acusación pruebas como el informe preliminar de autopsia que arrojó que el nene murió como consecuencia de diferentes traumatismos y que presentaba signos de abuso sexual, como así también los testimonios de personal del hospital donde fue llevada la víctima.

El juez de garantías a cargo de la audiencia avaló la formulación de cargos realizada por Azar y le fijó la prisión preventiva al acusado por el término de cuatro meses, pese a que el fiscal había solicitado que fuera de ocho.

El fiscal general Gerez había adelantado que el MPF pediría la prisión preventiva del padrastro del niño, “ante el riesgo de fuga y de entorpecimiento de la investigación y además porque es un caso que se proyecta para un juicio por jurados”.

Además, señaló que el MPF pedirá la pena más severa del Código Penal, ya que “al haber un homicidio agravado con abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado la pena no es otra que la prisión perpetua”.

El hecho ocurrió ayer cuando el niño fue llevado por el acusado a la guardia del hospital Horacio Heller, donde los médicos constataron que llegó fallecido debido a la gravedad de los traumatismos que presentaba.

Los profesionales de la salud notificaron del hecho a las autoridades policiales, tras advertir evidentes signos de violencia en el cuerpo de la víctima.

Por tal motivo, el padrastro del niño, que lo llevó al hospital, quedó demorado, mientras que el fiscal Azar ordenó un allanamiento en una vivienda ubicada en el barrio 7 de Mayo, de la capital neuquina, y dispuso que se realice la autopsia correspondiente al cuerpo del niño.