Desde que comenzó el juicio federal contra Walter Bardinella Donoso por el secuestro de un cargamento de 244 kilos de marihuana en el departamento de San Rafael agosto del 2015, se sabía que existía un punto de no retorno porque las pruebas eran contundentes. Y por eso este miércoles por la tarde terminó condenado a 12 años de cárcel.

La fiscal de Cámara María Gloria André inició los alegatos de las partes durante la mañana y entendió que el malviviente de 43 años, quien ganó notoriedad a mediados del 2020 cuando fue detenido por esta causa y su teléfono celular reveló que existía una presunta red dedicada a sacar presos de prisión a cambio de miles de dólares en coimas que llegaban al juzgado federal de Walter Bento, debía pasar esa cantidad de años en prisión por considerarlo organizador y financista del transporte de la sustancia agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada.

Los jueces Pablo Salinas, María Paula Marisi y Daniel Doffo, luego de algunas horas de deliberación, dieron a conocer el veredicto minutos después de las 15.30 y resolvieron sentenciar al integrante de la organización que desarticularon mientras transportaba los estupefacientes por el Sur provincial tal como entendió el Ministerio Público.

Así las cosas, con este fallo, la banda completa terminó hallada culpable. En el 2018, los otros tres hombres que fueron sorprendidos en la localidad de El Sosneado el 31 de agosto del 2015 también fueron condenados por la Justicia federal.

Darío Andrés Rodríguez Andino, Armando Marcelo Guevara Altamirano y Jorge Darío Bartolaccini Molina recibieron penas de entre 6 y 7 años de encierro en febrero del 2018.

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Cada uno de los citados tenía un rol determinado en el transporte de la droga, pero, por las pruebas que sumaron los efectivos de la Policía contra el Narcotráfico (PCN), que lideró los trabajos investigativos desde el minuto uno, supieron que Rodríguez Andino y Bardinella eran los hombres que mantenían una relación confianza para desarrollar cada uno de los movimientos para llevar la droga a destino.

En el primer juicio que tuvo la causa, los policías de la PCN citados como testigos contaron en el tribunal integrado por Héctor Fabián Cortés, Daniel Carelli y Alejandro Waldo Piña, que trabajaron sobre una serie de escuchas telefónicas que sirvieron para identificar a cuatro bandas dedicadas al narcotráfico en Mendoza. Una de ellas fue la que integraban Rodríguez Andino y compañía.

No habían logrado identificar a Bardinella. Pero con el paso de los meses supieron que estaban frente a un hombre que se hacía llamar Walter Donoso. Entre otros motivos, utilizaba su apellido materno para intentar despistar a los detectives. Los jueces tomaron nota y al término del proceso Bardinella quedó con pedido de captura internacional.

La misma se hizo efectiva el 6 de marzo del 2020 en Guaymallén. Integrantes de la PCN lo redujeron y pusieron a disposición de la Justicia. Como sucede en la mayoría de estas pesquisas, le secuestraron el teléfono celular para descubrir con quién hablaba y por dónde se movilizaba.

Cuando los peritos lograron ingresar al aparato de telefonía, descubrieron que mantenía conversaciones con reconocidos abogados y otros delincuentes para arreglar beneficios procesales a cambio del pago de coimas en el Juzgado Federal Nº1 de la provincia, que tiene al frente a Walter Bento. Un informe con todas las llamadas, chats de WhatsApp y contactos del teléfono de Bardinella llegó hasta los Tribunales federales para que se inicie una instrucción.

Así fue que nació la bautizada causa Bentogate. La misma se potenció con el trabajo del fiscal general Dante Vega y el juez sureño Eduardo Puigdéngolas y se desarrolló durante meses. Terminó con 30 procesados –entre ellos el juez, cómo jefe de una asociación ilícita y 15 casos de cohecho– y hace pocos días fue elevada a debate.

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Bardinella, quien también tiene que responder en un futuro no muy lejano como integrante de la organización del Bentogate, quedó complicado por las escuchas directas que realizó la PCN.

Los policías supieron en el 2015 que un grupo de narcos tenía pensado llevar 244 kilos de marihuana al Sur de la provincia. Al parecer, el destino final de la droga era Neuquén.

Rodríguez Andino y Guevara Altamirano salieron desde Mendoza en un VW Gol blanco haciendo de punta de un camión Mercedes Benz que transportaba la droga y se encontraba al mando de Bartolaccini. El trío tenía que encontrarse con otros sujetos en Malargüe para realizar el traspaso del cargamento pero los receptores cambiaron de plan.

Fijaron un nuevo punto de encuentro pero el trío decidió no acceder al pedido porque lo consideraron “peligroso”, surgió de la pesquisa.

Mientras esperaban en un hotel, Rodríguez Adino y Bardinella mantenían diálogo para definir el futuro de la droga. De esta forma, cuando tenían pensado regresar, la PCN decidió cortar su camino y realizaron detenciones en la localidad de El Sosneado, en San Rafael.

Los panes de la droga se encontraban en la cabina del conductor del pesado rodado y fueron incautados de inmediato: fueron un total de 346 que hicieron un peso total de 244.374 kilos.

Durante el debate, Bardinella aseguró que era inocente y cuestionó las escuchas. Dijo que no era la persona que se hacía llamar Walter Donoso. Aseguró que siempre utilizaba el apellido paterno e intentó desligarse de la prueba. Sin embargo, ni la fiscalía ni los jueces lograron creer en su coartada.