Una de las bandas de asaltantes más violentas de los últimos tiempos fue condenada ayer por el juez Rafael Escot, luego de que la hallaran culpable de 8 entraderas perpetradas en poco más de un mes y medio en el Gran Mendoza.

Las víctimas, en su mayoría, eran personas mayores, que superaban los 70 años. Los malvivientes, que fueron tres de acuerdo con la pesquisa que terminó llegando a debate, actuaban agresivamente contra los moradores y se llevaban de las viviendas todo lo que tenían a su alcance.

La investigación que lideró la fiscal de Robos y Hurtos Florencia Díaz Peralta se terminó de cerrar luego de casi tres años de lucha en la Unidad Fiscal que trabaja este tipo de casos, debido a que las defensas cuestionaban cada una de las pruebas.

Los tres delincuentes fueron identificados como Juan Marcelo Cepeda Gómez, quien recibió 12 años de cárcel, y el juez unificó su pena en 15 por otra que cumplía en libertad. Juan José Godoy Echenique también terminó sentenciado a 15 años de encierro y se le declaró la reincidencia, por lo que no podrá acceder a beneficios y deberá purgar la totalidad de la condena en una celda. Por último, Esteban Fernando Oliva Bobadilla fue hallado culpable y recibió 7 años más declaración de reincidencia.

El trío de ladrones, según fuentes judiciales, fue condenado por ocho robos agravados en poblado y en banda y arma no habida. Básicamente, perpetró diversos atracos al mejor estilo entradera y la mayoría de las víctimas eran parejas mayores.

El proceso

La investigación para desarticular esta banda, que actuó entre agosto y finales de setiembre del 2018, comenzó luego de que la Justicia federal informara sobre el hallazgo de pruebas en una causa por drogas que ameritaba el trabajo de Robos y Hurtos. 

De unas escuchas se desprendió que Juan Marcelo Cepeda Gómez, un malviviente conocido en la provincia por una serie de investigaciones sobre tiroteos, asaltos (sospechado de ser parte de la gavilla del Nextel y de Los Tijeras) y homicidios, participaba en los hechos. Lo identificaron porque uno de sus hermanos había sido condenado por secuestro extorsivo.

Ver también: Los delincuentes que cayeron por usar Nextel

También conocieron la identidad de los otros dos, Godoy Echenique y Oliva Bobadilla. De la organización eran parte, además, otros sujetos, pero no terminaron presos.

Más allá de eso, se supo que la banda era agresiva con sus víctimas. Actuaba de noche y sorprendía a las personas mientras ingresaban a sus domicilios.

Se movilizaba en una Toyota Hilux blanca (testigos y víctimas aportaron la patente y esto fue clave para el futuro de la causa) y la utilizaban para cargar lo sustraído, principalmente electrodomésticos.

Fuentes policiales detallaron como caso testigo que, en alguno de los hechos, las víctimas eran golpeadas, arrastradas y hasta les colocaban un arma de fuego en la boca para que entregaran dinero en efectivo.

Con ocho robos comprobados y las pruebas necesarias para sostener prisiones preventivas, la fiscal Díaz Peralta ordenó allanamientos para detener a los sospechosos y secuestrar elementos de importancia para la causa.

A principios de octubre del 2018, cayeron los primeros acusados e incautaron la camioneta Hilux, además de dinero en efectivo, teléfonos celulares, alhajas y artículos de electrónica, como televisores y notebooks.

Así las cosas y antes de cumplirse tres años de investigación, finalizó el debate y el trío de asaltantes terminó condenado a duras penas.