Tres presuntos partícipes del intento de asalto al Regional y el crimen del policía Eduardo Jesús Correa (42) fueron atrapados ayer en Guaymallén y Las Heras al cierre de esta edición. Todos estarían involucrados en el conmocionante ataque ocurrido el lunes al anochecer. A las 21, fueron llevados a Contraventores y puestos a disposición del fiscal del caso, Eduardo Martearena, quien los iba imputar. Con estas detenciones, ya son cuatro los acusados e Investigaciones estaba tras los pasos del resto de la banda.

    Para ello, realizaba anoche allanamientos en algunos barrios conflictivos. Uno de los apresados les dijo a los policías que lo capturaron que él no había sido el autor de disparos, aunque les confesó que había estado en la escena del intento de robo al camión blindado en la Universidad Juan Agustín Maza. “Me contrataron para llevar el dinero que se iban a robar”, les explicó a los detectives. Dos de los acusados fueron capturados en Guaymallén y uno fue identificado como Maximiliano Emanuel García Robledo, quien estaba en una casa de Pueyrredón al 300, en San José. Otro estaba en la zona de Pedro Molina y el tercero en un barrio no informado de Las Heras.

    Por su parte, Darío Canto, de 21 años, postrado en una cama del Hospital Central, recibió, quizás, la peor noticia de su vida. A media mañana, las autoridades judiciales le notificaron que fue imputado por una pesada calificación legal: homicidio agravado por ser la víctima un funcionario de las fuerzas de seguridad en concurso real con tentativa de robo agravado. El joven está sindicado como uno de los delincuentes que acribilló a balazos al policía e hirió a la cabo Natalia Cortés (28) en el frustrado asalto el lunes a las 20.05.

    Ayer a la tarde fue indagado en la habitación 309, en presencia de su abogado defensor, Fabián Hathallah, y se abstuvo de declarar. El acusado continúa detenido e internado en una habitación ubicada en el tercer piso del centro asistencial y fuertemente custodiado por siete efectivos del Grupo Especial de Seguridad (GES). Está incomunicado y, cuando sea dado de alta, una celda del penal de Boulogne Sur Mer lo estará esperando para su alojamiento preventivo hasta tanto avance la pesquisa liderada por el fiscal especial Eduardo Martearena.

    Canto ingresó al Central un par de horas después de ocurrido el ataque en la puerta del establecimiento educativo y rápidamente quedó detenido, porque una vecina del barrio lo observó bajar de la camioneta Toyota Hilux blanca (en la que escapó de la universidad) junto a dos sujetos que lo sostenían producto de su herida de bala en el hombro. Esto ocurrió en una casa del barrio Huarpes, en Godoy Cruz, pocos minutos después del truncado asalto. La testigo de identidad reservada en el expediente explicó en su llamado al 911 que una Toyota Hilux arribó a una vivienda del conglomerado citado anteriormente, de donde descendieron tres hombres.

    Comentó, además, que el individuo del medio estaba apoyado en los hombros de los dos restantes y se lo veía herido. La mujer dijo que unos segundos después escuchó algunos disparos y luego vio salir al sujeto herido, ayudado por sus compañeros, y los tres subieron a otro vehículo, ya que la Toyota se había dado a la fuga. Aparentemente, ese joven malherido que la mujer confirmó a la policía haber observado ingresó al Central con su familia y herido en el hombro, producto de un disparo.

    Martearena ordenó cotejar algunas pruebas –como huellas de zapatillas, digitales y sangre– encontradas en la camioneta con las de Canto, quien estaría involucrado con el intento de asalto y el crimen del cabo. La Toyota apareció esa misma noche, cerca de las 23, en el carril Cervantes y a metros de la Cervecería Andes, en Godoy Cruz.

LOS RECONOCIÓ.

    Fuentes policiales señalaron a El Sol que Correa fue acribillado a balazos porque reconoció a los delincuentes. “Los asaltantes quisieron asegurarse de que estaba muerto antes de escapar del lugar, porque seguro que él (por Correa) los reconoció”, sostuvo ayer una efectivo de Infantería, quien es compañera de Cortés y que prefirió resguardar su identidad.