El país marcha con piloto automático. La insensibilidad del piloto automático golpea con fuerza en la sociedad. En cada área del Estado funciona un piloto automático, caso de los subsidios de miles y miles de millones, quién sabe adónde van a parar, quiénes son los beneficiarios, quién, qué, cómo y de qué manera se controla lo incontrolable. Los fondos de la Anses, también marchan con piloto automático, saquean los fondos y a los jubilados les dan seis por ciento de aumento cada seis meses. Tanta inmoralidad hace que sigamos siendo un país sin vergüenza. La inseguridad también marcha, pase lo que pase, con piloto automático, tanto en lo interno como en lo internacional.
En la docencia, la salud, el Congreso dando superpoderes, sólo porque hay unos votos de más, desvirtuando derechos y garantías consagrados por la constitución nacional, que prohíbe esa discrecionalidad en el manejo de los fondos públicos y, en todo caso, se olvidaron de crear el súper control del manejo de esos fondos. Todo esta funcionando con piloto automático, hasta la propia miseria. Podríamos copiar algo de nuestros vecinos, que bajaron la pobreza, aumentaron el empleo, y mejoraron la economía, la educación, etcétera, etcétera.