El secretario de Justicia de EE.UU., Eric Holder, calificó hoy de “histórico” el acuerdo que obligará a la petrolera BP a pagar más de 4.000 millones de dólares por el vertido de crudo en el Golfo de México en el 2010.

“Es la mayor resolución penal en la historia de Estados Unidos”, afirmó Holder en una rueda de prensa en Nueva Orleans (Luisiana) al anunciar el acuerdo con BP.

En virtud del acuerdo, la compañía británica se declaró culpable de la muerte de 11 trabajadores durante la explosión de una de sus plataformas en el Golfo de México en abril del 2010, que produjo además una dañina “mancha negra” en sus aguas.

“BP se ha declarado culpable de los 14 cargos criminales, incluidos los cargos por la muerte de 11 trabajadores”, señaló Holder durante la rueda de prensa.

Para Holder, la resolución establece un precedente histórico que deja claro que los individuos dentro de una compañía también son responsables de delitos y dijo confiar en que la condena “cambie la cultura y la mente empresariales”.

El secretario de Justicia recordó que aún quedan causas abiertas contra BP dirigidas por su Departamento, mientras que los procesos civiles pueden seguir su curso independientemente.

La mayor parte de las multas, 2.400 millones de dólares, irán para la Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre para compensar por los trabajos de recuperación de las áreas costeras del Golfo de México.

Además, otros 350 millones de dólares se destinarán a inversión para tecnologías de prevención y control de vertidos petroleros, educación y entrenamiento, mientras que 1.000 millones se entregarán a la Guardia Costera para dotar a un fondo de compensación por el desastre natural.

Como parte del acuerdo la firma, con sede en Londres, también pagará 525 millones de dólares, a lo largo de tres años, para resolver sus disputas con la Comisión de Valores (SEC) de EE.UU.

Holder dijo confiar en que la decisión del Departamento de Justicia “reconforte a las familias de las 11 víctimas del vertido” y dijo que se llevó a cabo una investigación profunda para determinar quiénes eran responsables de la catástrofe.