Por su parte, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Tony Snow, informó que no existe evidencia de un atentado terrorista. Según informaron medios televisivos, Nicholas Bartha, un médico dueño del edificio, le había escrito un mensaje electrónico a su esposa diciendo que pensaba suicidarse. Previamente, su mujer le había pedido el divorcio. Aparentemente, Bartha, de 66 años, era la única persona en el edificio en el momento de la explosión. El sujeto habría llamado a la policía para informar sobre una pérdida de gas cuando ocurrió el incidente, según se informó.

     Los bomberos lograron sacarlo de entre los escombros, con heridas graves, y lo trasladaron de inmediato a un hospital. No se sabe aún si hay otras personas atrapadas en lo que quedó del edificio. Entre los heridos se encuentran seis bomberos y cuatro personas que pasaban por el lugar en el momento de la explosión. Un testigo dijo a los medios de prensa que “parecía el 11 de setiembre”, en referencia al atentado terrorista contra el World Trade Center de Nueva York en el 2001.

CONMOCIÓN.

     Una mujer que se encontraba en la zona relató que vio una densa columna de humo en la calle 62 y la avenida Park, cerca del Central Park. De acuerdo con los medios, en el edificio había viviendas y consultorios médicos. La empresa de electricidad Con Edison informó que se encontraba en el edificio adjunto reparando una fuga de gas cuando ocurrió la explosión. El periodista de televisión Larry King, quien se hallaba en un hotel cercano, describió la explosión a la cadena de noticias CNN como una bomba o un terremoto.

    Las calles en los alrededores fueron cerradas al tráfico, mientras varias ambulancias se dirigían a la zona del incidente. En horas de la tarde, fuentes policiales explicaron que los bomberos seguían trabajando en el lugar en busca de algunas víctimas, ya que se sospechaba que había más gente cerca del edificio en el momento de la explosión.