Alrededor de 70.000 bares y restaurantes, uno de cada tres en Alemania, se encuentran al borde de la quiebra como consecuencia del cierre de la vida pública debido a la pandemia del coronavirus y a las estrictas condiciones para la reapertura de negocios.

“También después de la reapertura de la gastronomía, el sector está luchando por su supervivencia“, dijo el presidente de la confederación alemana de hoteles y restaurantes (Dehoga), Guido Zöllick, en declaraciones al diario “Rheinische Post”.

Un 81,5% de los negocios señalaron en una encuesta de Dehoga que la actividad económica se hace imposible con las medidas de seguridad impuestas.

Según estimaciones de Dehoga, el número de negocios al borde de la ruina asciende a 70.000 y centenares de miles de empleos están en peligro.

La facturación en el sector se redujo hasta finales de mayo tras semanas de cierre en 18.000 millones de euros e incluso con la desescalada se sitúa en entre un 50% y un 70% por debajo de las cifras de hace un año debido a las obligadas medidas de distanciamiento y de seguridad.

Se trata del futuro de las salas de estar públicas de nuestro país“, subrayó Zöllick, quien reclamó que las ayudas provisionales deben tener en cuenta tanto a los pequeños como a los grandes negocios.

En su opinión, las ayudas limitadas a tres meses son insuficientes particularmente para actividades como el cáterin de eventos, los clubes y las discotecas, por lo que calificó de “absolutamente necesario” ampliarlas a siete meses.