La costa este de Estados Unidos, castigada la semana pasada por el ciclón “Sandy”, se ve amenazada por una nueva tormenta que hoy azotará la zona con fuertes lluvias y vientos de hasta 80 kilómetros por hora, informa el diario “The New York Times”.

Los meteorólogos alertan de que bajarán de forma considerable las temperaturas y que incluso podría nevar. Eso es especialmente grave en las zonas más afectadas por “Sandy”, donde muchas personas aún están sin electricidad.

Pese a que esta tormenta es mucho menos intensa que “Sandy”, en la localidad de Brick Township, en Nueva Jersey, tuvieron que ser evacuados muchos residentes, sobre todo en las zonas más bajas. Se desconoce cuántos de los 75.000 habitantes se han visto afectados.

Los principales afectados serán los estados de Nueva York y Nueva Jersey. A decenas de personas que viven en zonas más bajas se les pidió que se pongan a resguardo, según “The New York Times”.

Las autoridades de transporte de Nueva York y Nueva Jersey cancelaron casi todos los vuelos a los tres principales aeropuertos de la región. Las cancelaciones afectan a los aeropuertos JFK International y LaGuardia de Nueva York y al Liberty International Airport en Newark, Nueva Jersey.

En Rockaway, uno de los barrios de Nueva York más afectados por “Sandy”, fueron evacuados varios asilos de ancianos y 600 personas desplazadas a otras instalaciones. Los parques y plazas de la ciudad -muchos de los cuales recién fueron reabiertos- tuvieron que ser cerrados nuevamente por orden del alcalde Michael Bloomberg. Asimismo se suspendieron los trabajos en obras en construcción a cielo abierto.

“Oh no, no otra vez”, escribía el “New York Times” en Internet. “Qué nos queda por perder aún”, se quejaba al periódico la joven Alyssa Carpuso, de 17 años, señalando un contenedor lleno de basura enfrente de su casa. “Sandy” destrozó ya la sala de su casa y los coches de la familia.

El número de muertos por “Sandy” asciende en Estados Unidos a 110, 47 de ellos en Nueva York, según la emisora CNN. Previamente, el huracán había matado a otras 67 personas en el Caribe.