Esta semana la consultora Scentia, ofreció su informe respecto a la evolución del consumo masivo del primer bimestre 2021 en comparación con el 2020. Resulta muy importante este periodo porque estamos contrastando un rango previo a las distorsiones económicas que generó la pandemia.
Durante el año pasado, el PBI argentino tuvo una durísima caída de 9,9%, la cual ya venía de una base difícil: un 2019 con un -2,1%.
El esperado rebote del consumo no sucedió si se analiza el consumo self service de alimentos y artículos para el hogar en volumen. Según estos especialistas, durante el primer bimestre la caída fue de 4,5% si se compara el mismo rango con el 2019. Esta evolución bimestral está fuertemente condicionada por un febrero que tuvo un rango negativo de 8,4%. Debe aclararse que este mes tuvo un día menos que el de 2020, lo cual en la base de comparación impacta en 3,3% menos. De todos modos, el número es muy malo.
Este sector está integrado por cinco canales de distribución: Supermercados (self cadenas), autoservicios independientes (que incluyen a los asiáticos), mayoristas, farmacias y el e-commerce.
Los más afectados son los autoservicios independientes, que vieron caer su volumen en 12,1% en el bimestre y 15% en febrero. Cabe resaltar que estos formatos -de estructuras austeras operadas por miembros de una familia- lograban ser competitivos en precios y cercanía. En su conjunto representa un tercio de todo el consumo masivo.
Las medidas que tomo el gobierno nacional –apenas comenzó la encerrona sanitaria- de congelar los precios en los supermercados de bandera no alcanzaba a los autoservicios independientes.
Mientras las grandes cadenas y sus proveedores no podían ajustar precios por inflación sin previa autorización del gobierno, los autoservicios si ajustaron de acuerdo a los incrementos de precios. Esta situación los desposicionó en precios, afectando directamente sus ventas.
El segundo canal más afectado fue el mayorista, con una caída interanual de 5,2% y un duro febrero de -9,2%.
Por su lado las cadenas, con precios congelados, si bien perdieron rentabilidad lograron mejorar su volumen en lo que va del año en 5,7%.
Las farmacias, las cuales vienen incorporando cada vez más surtido de no medicamentos, tuvo un buen bimestre de 6,1% positivo en el bimestre y 13% en febrero.
Sin lugar el gran ganador es el e-commerce con un incremento en el periodo anual analizado de 173,5%.
En el informe de Scentia, cuando se habla de E-commerce se incluye la venta online de Cadenas, Big Players de Farmacias, Perfumerías y Plataformas de comercio electrónico.
Cuando comenzó el proceso de aislamiento social, el retail en general quedó en manifiesto lo mal preparado que estaba para el E-commerce. Empujado por la situación externa vio crecer por cuatro y cinco veces el volumen que realizaba históricamente.
Con un consumo general que arroja caídas del 4,5% en el año, el E-commerce en el mismo periodo creció más de 173% en volumen. Esta modalidad vino para quedarse.
La categoría que más crece, es también una muy pesada en la canasta de un hogar que es la de limpieza de ropa y del hogar con 238,3%. Le sigue muy cerca la de alimentación con 212,6% e higiene y cosmética con 134,8%.
Cuando se observa el universo del consumo masivo la categoría más castigada es Bebidas sin alcohol, con una caída en volumen de 11,1%. Sin embargo, en el mundo feliz del E-commerce esta categoría creció en el mismo periodo 116,4%. Situación análoga sucede con las bebidas con alcohol (las cuales lógicamente incluyen al vino). Mientras el consumo del primer bimestre cayó un 9,9% en las ventas on line crecieron 115%.
Si bien vivimos un mundo on y off, el que niegue en términos económicos el comercio digital no solo rechaza el futuro sino también el presente.
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