El acuerdo llegó con bastante margen, cuando aún restaba un día y medio para que venciera el plazo para la inscripción de los frentes y alianzas que competirán en las legislativas, que arrancan en setiembre con las PASO y finalizan en noviembre con las generales. Casi a las 13 en punto de ayer, el gobernador Rodolfo Suarez anunciaba por Twitter el acuerdo alcanzado entre los dos socios más importantes que conforman la coalición de gobierno, con lo que Cambia Mendoza se garantizaba la columna vertebral de la estructura, sin internas entre la UCR dominante y el Pro, que lo secunda en la provincia.

Sin embargo, no todo circuló por un camino de rosas ni todo se circunscribió, a lo largo de las discusiones, a ese supuesto remanso e imagen de satisfacción que mostraron y reflejaron los protagonistas del día, el gobernador y los diputados nacionales Alfredo Cornejo y Omar De Marchi.

El plazo, que vence hoy a la medianoche, no cierra; sin embargo, el período de las negociaciones entre Suarez y Cornejo, por la UCR, y De Marchi, por el Pro, básicamente, se podrían extender por diez días para conocer los lugares en las listas que le corresponderá a cada una de las fuerzas. Sin embargo, si entre los radicales y el macrista De Marchi no se hubieran puesto de acuerdo en lo mínimo –en los puestos clave que exigía el líder del Pro y los que Cornejo y Suarez estaban dispuestos a conceder–, no se habría alcanzado el pacto que se selló ayer en el balcón del cuarto piso de la Casa de Gobierno, a metros del despacho del gobernador.

Si el diablo no mete la cola, el sábado 24, día del cierre definitivo de las listas de candidatos que ofrecerá Cambia Mendoza para las PASO del 12 de setiembre, el Pro de De Marchi tendrá un lugar entre los tres primeros lugares de candidatos a diputados nacionales. Y lo más probable es que sea el tercero, detrás de Julio Cobos, que encabezará el lote, y de la mujer que irá en el segundo lugar, probablemente, una de las ministras que tiene Suarez en el gabinete. Además, el Pro acordó seis lugares de legisladores provinciales con ingreso seguro. Podrán ser tres candidatos a diputados y tres a senadores, o bien, cuatro a diputados y dos a senadores, lo que estaba al menos hasta ayer sin definición; una cuestión que recién se podría resolver en las próximas horas o días, como también los distritos de dónde provendrían. Nada de eso estaba cerrado al momento de anunciarse el acuerdo, salvo el número de los legisladores que sí quedó, cuando menos, garantizado. Lo propio ocurriría con una cifra no precisada de concejales provenientes del Pro, quienes se mezclarían en las listas de Cambia Mendoza en todos los departamentos de la provincia.

Las fuentes que han estado muy cerca de las negociaciones entre radicales y macristas coinciden en que el momento más complicado y crítico de las charlas se produjo el lunes por la noche, cuando la alianza que ayer se anunció estuvo a punto de volar por los aires, hecha trizas, por la negativa de De Marchi a aceptar lo que Cornejo, particularmente, le ofrecía. Hay que partir del hecho de que De Marchi, cuando exigía lo que llamaba “un acuerdo razonable”, significaba que, al menos, reclamaba para su partido un número de ocho lugares de candidatos a legisladores provinciales con ingreso garantizado, repartidos entre la Cámara de Diputados y el Senado. Algunas versiones llegaron a indicar que ese número en algún momento trepó, como exigencia, a diez. Finalmente, quedó en seis y el pacto se alumbró y firmó.

Está claro que a ninguna de las fuerzas les convenía el quiebre de la alianza que gobierna Mendoza desde el 2015. De Marchi amenazaba con ir por fuera, sin presentarse a una competencia interna, a lo que el radicalismo le recordaba que con el Pro nacional habían acordado que si alguna de las fuerzas se separaba de la coalición en cualquier provincia o jurisdicción, sería intervenida. Pero, ni uno ni otro creyeron en eso: ni los radicales pidiendo a la mesa nacional de Juntos por el Cambio esa medida para ser aplicada en Mendoza ni tampoco De Marchi decidiendo romper todo y buscar por fuera lo que no estaban dispuestos a entregarle por dentro. Aunque en algún momento el propio De Marchi coqueteó con la posibilidad de liderar un tercer espacio, distinto del oficialismo y el kirchnerismo opositor, con el PD, el Mendoexit y el Partido Verde de Mario Vadillo y Marcelo Romano y, quizás, la propia Coalición Cívica del sector de Gustavo Gutiérrez, siempre apostó por la alianza oficialista.

Desde ahí y desde este nuevo acuerdo soldado y sellado ayer, De Marchi comenzará a cimentar y construir, una vez más, la chance de competir por la Gobernación en el 2023, año en el que también finalizará su mandato como diputado nacional. Pero, esa será otra historia que se comenzará a escribir tras el resultado electoral de noviembre.