En Montecristo es Leticia, una mujer atormentada por el pasado y por el deseo que siente por el padre Pedro, el sacerdote que encarna Horacio Roca. Pero María Onetto también acaba de rodar Cuatro mujeres descalzas, el filme del cordobés Santiago Loza que pronto llegará a los cines de la provincia. Sobre su exitoso presente en televisión y acerca de su primer papel importante en la pantalla grande nacional es que la actriz argentina habla en esta nota.

    “Tengo tanto gusto de trabajar en Montecristo que cuando no me citan a grabar por algunos días me empiezo a inquietar. No se olviden que esta es mi primera telenovela importante. Las cosas que hice en tele el año pasado fueron papeles pequeños en unitarios como Mujeres asesinas, pero esto es mucho más grande”, explicó Onetto, que imaginó una vida como la que lleva ahora tras de su papel como Leticia.

    “Ahora me tengo que acostumbrar a que me toquen bocina o que desde un bar la gente me salude, aunque nunca se sabe si a quien saludan es a Leticia o a mí”, dijo, entre risas, la actriz, quien parece disfrutar mucho de su popularidad. “En Montecristo llegamos a tener doce horas de trabajo diarias. Por fortuna, en este equipo todos nos llevamos bien, ya que se armó un mundo entre nosotros que hace que estemos trabajando muy entusiasmados”, aseguró. Además, la actriz señaló como válida la actitud de los productores de la telenovela de ir a buscar actores “a su medio natural, el teatro, de ver qué son capaces de hacer esas personas en el escenario”.

    “Yo aquí no hice un casting, lo que soy como actriz ellos lo vieron en obras como Nunca estuviste más adorable y Donde más duele, en mis trabajos con Ricardo Bartís, y me parece que se rompió un prejuicio también desde nosotros, actores de otro palo”, apuntó, al tiempo que se confesó prejuiciosa en el pasado sobre ese tema. La intérprete de Leticia confesó haber tenido “miedo de no encajar y fracasar” en el intento, pero rescató a Pablo Echarri como líder de un grupo integrador que no expele a los colegas de otro origen, sino que los integra como uno más.

    “Hay actores, como Pablo, con un nivel de convocatoria enorme y que son capaces de formar una especie de cofradía, muy noble, que es muy inspiradora para trabajar. Lo que es Pablo como cabeza de producción a mí me impresiona, porque yo sé (por quienes trabajan en otros programas) que si la cabeza de producción es muy demandante en su lucimiento personal, las cosas se desmerecen”, señaló. Y luego puntualizó: “En cambio, Pablo es todo el tiempo de una generosidad enorme en el reparto del juego, y si vio una escena que le gustó, viene y te lo dice, te habla y te insufla un entusiasmo que hace que disfrutes mucho el ser parte de ese equipo”.

ONETTO EN EL CINE. Además de su participación en la superproducción de Telefé, la actriz acaba de filmar, junto a las cordobesas Eva Bianco, María Pessaqc y Mara Santucho, la segunda película del director Santiago Loza: Cuatro mujeres descalzas. Según la intérprete, su personaje en el filme tuvo experiencias dolorosas durante la última dictadura militar. Al parecer, Loza tuvo que adaptar un poco el guión, porque, en principio, el papel estaba pensado para una mujer de mayor edad.

    “Es mi primer trabajo importante en el cine, aunque tuve participaciones en otras películas, incluso algunas que aún no se estrenaron. Aquí encontré un proceso creativo muy sobre el actor, con una cámara que te quiere y te acompaña”, señaló. La película tiene “una historia muy poética, que se narra de una manera muy abierta”, expresó la actriz, quien concluyó resaltando la labor de Loza: “Me sentí muy bien dirigida y trabajé muy a gusto”.