Es casi medianoche y el teléfono vibra porque llegó un mensaje por Whatsapp. El usuario lo abre y se sorprende, primero porque no reconoce el número. Es una mujer que pide hacer una llamada de video y mostrar algunas escenas “torridas” desde su cama. El misterioso y para nada inocente mensaje se replicó en varios teléfonos en la noche de este miércoles y prenderse en su juego puede hacer que el usuario quede involucrado en un arriesgado juego de extorsión sexual a través del servicio más popular de mensajería. 

La protagonista es, supuestamente, una mujer que dice llamarse “Ana” y que tiene 24 años. Cómo el usuario no reconoce la foto de perfil tras el primer “hola qué tal”, que acompaña con emoticones de sonrisa y besos, responde con duda. 

A partir de ahí, la presunta “Ana” comienza desarrollar su trama, pide perdón por la “imprudencia”, pregunta si “no hay drama” en hacer amistad “o lo que surja”. 

Es probable que la tal “Ana” ni siquiera sea de este país, ya que utiliza algunas palabras en un castellano neutro. Pero sigue: “Estoy en camita sola así te muestro algo hot de mi”, afirma y pide realizar una videollamada. 

Si no hay respuesta por parte del destinatario, luego de unos momentos pide perdón. 

El número de teléfono corresponde a la característica de la provincia de Catamarca. 

Este es el mensaje:

También se replicó de la misma manera en otro destinatario:

¿Qué es la sextorsión?

El problema con estos mensajes anónimos -puesto que no sabemos quién puede estar del otro lado-, es la posibilidad de que al usuario, si cae, puedan robarle información personal o incluso puedan chantajearlo si acepta esta videollamada. 

Este tipo de mensajes también se han producido con perfiles falsos en redes sociales como Facebook, donde la imagen de perfil es el de una mujer muy seductora, el gancho para los desprevenidos. La conversación va subiendo de tono y entonces la mujer pide que el destinatario envíe fotos de contenido sexual.

Si accede, a partir de ahí el usuario puede ser víctima de un chantaje virtual o “sextorsión”. La persona detrás del perfil puede, con las imágenes hot en su teléfono, pedir dinero a cambio de no divulgarlas.