Al menos diez personas murieron y más de 30 resultaron heridas de diversa consideración, ayer, en un bombardeo aéreo contra la localidad de Shibaj, en el sur de Líbano, informó la cadena de televisión local LBC. El canal mostró unas crudas imágenes en directo de los trabajos de rescate, en los que se podía ver a decenas de personas, muy nerviosas, que retiraban los escombros con las manos. Según los testigos, poco después de caer la noche de ayer, varios proyectiles destruyeron un edificio de cuatro plantas de esta pequeña localidad.

GUERRA A GRAN ESCALA.

       El Gobierno israelí anunció ayer que se prepara para una guerra a gran escala en Líbano, si los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional no prosperan y la resolución de la ONU, que está por adoptar el Consejo de Seguridad, no garantiza la seguridad del Estado israelí. “He dado la orden inequívoca para que, si fracasa el proceso diplomático, el Ejército actúe en todo el territorio libanés”, dijo el titular de Defensa, Amir Peretz, en una comparecencia ante los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento.

        Y agregó:“Nos haremos con el control de todas las posiciones en las que hay lanzaderas de cohetes, a fin de reducir el número de disparos (contra el territorio de Israel)”. La Comisión de Exteriores y Seguridad del Parlamento israelí se reunió ayer en Tel Aviv, en la sede del Ministerio de Defensa, para analizar la situación tras cuatro semanas de hostilidades con la guerrilla Hezbolá, y conocer los futuros planes del Gobierno. Hezbolá ha disparado, hasta ahora, más de 2.700 cohetes contra el territorio israelí, y el número de víctimas, 93 entre militares y civiles, crece vertiginosamente, según los parámetros de este país, acostumbrado a guerras cortas y resolutivas.

      “Esta es la guerra más difícil en la historia del país desde la Guerra de la Independencia”, afirmó el general en reserva Yom Tov Samia, en referencia a la de 1948, que estalló al proclamarse el Estado judío, y concluyó en 1949 con un armisticio militar. Y es que los parlamentarios israelíes, así como la opinión pública, se preguntan cuáles son las razones por las que la vasta ofensiva del Ejército en el territorio libanés no ha conseguido detener los cohetes que dispara esa guerrilla y que el domingo, en la jornada más sangrienta desde el comienzo de las hostilidades, causaron 15 muertos. Péretz dijo a los miembros de la Comisión de Exteriores y Seguridad que Israel ya no ve en la campaña de Líbano una operación militar sino una guerra.

       “Estamos en una fase decisiva de la guerra; esto ya no es una operación militar. El objetivo que tenemos delante es poner fin al disparo de cohetes y eso sólo ocurrirá por una de las dos vías siguientes: la diplomática, que cambiaría todo el equilibrio de fuerzas en el norte, y la segunda, la vía militar”, afirmó.

PRESIÓN DE PAÍSES ÁRABES.

      Los 22 países de la Liga Árabe acordaron ayer ejercer toda su presión para intentar enmendar el proyecto de resolución de alto el fuego presentado por EEUU y Francia al Consejo de Seguridad de la ONU, y amoldarlo a las exigencias libanesas. Con este objetivo, partirán de inmediato rumbo a Nueva York el secretario general de la organización panárabe, Amro Musa, acompañado por los ministros de Asuntos Exteriores de Qatar y Emiratos Árabes Unidos, países que tienen grandes inversiones económicas en Europa y América del Norte.

      Además, y para ofrecer una muestra más de unidad panárabe, celebrarán una cumbre próximamente en Arabia Saudí, con toda probabilidad en la ciudad occidental de Yeda, a la vera del mar Rojo. Un portavoz de la Liga Árabe dijo que insistirán con vehemencia en la obligación de que Israel abandone todo el territorio libanés antes de que se desplieguen el Ejército libanés.