Hoy me referiré, como lo hice el 14 de mayo de 1995, a la necesidad de que los señores políticos realizaran un trabajo social serio para ayudar y proteger a nuestro niños y jóvenes, evitando, de esta manera, que tomen el camino equivocado para no lamentarnos en el futuro. Pero, desgraciadamente, al no querer escuchar ni darle importancia a lo que yo sugería, hoy nos vemos, luego de 12 años, en una dura y triste realidad.

    El vertiginoso incremento de la delincuencia es producto de la terquedad e irresponsabilidad de algunos de nuestros funcionarios que lo único que hacen es criticar y no ven las necesidades de la gente. Desde el 95 ya había señales de familias con graves problemas sociales y económicos, con hijos mal alimentados como consecuencia de la desocupación que ya comenzaba a producir estragos en nuestro país.

    Es aquí donde se necesitaba hacer seguimientos de prevención a estas familias, ya que varios de estos niños tomaron un camino que tenían a la mano: delinquir, porque el estado no supo contenerlos, no hubo políticas reales para terminar con el flagelo de la pobreza y la marginación. Posiblemente varios niños de entonces han tenido un futuro muy incierto por haber estado delinquiendo o, en el caso de las niñas, han caído en la prostitución y en toda clase de abusos. En los últimos años he estado enviando notas y algún proyecto al gobernador, también a algunos legisladores e intendentes, donde especificaba la prevención y seguimiento a familias en riesgo.

    En este proyecto se hace referencia a que debemos ayudar a estos chicos antes de que se vayan de su hogar, de que empiecen a delinquir y drogarse, y no esperar en este flagelo para tomar cartas en el asunto. Según ciertas estadísticas, hay 950 menores privados de su libertad y, muy posiblemente, más de 8.000 niños que pueden tomar este camino. Lo que vemos es la falta de ideas para tratar de solucionar los problemas urgentes que tiene la gente, como los niños que están en riesgo de tomar el mal camino, y es una lástima que empañe tantas cosas buenas que vienen haciendo los gobiernos nacional y provincial.

    Hay proyectos que presentan algunos de nuestros legisladores que no tienen sentido. He llegado a pensar que algunos legisladores y funcionarios no quieren solucionar problemas porque no les conviene. Digo esto porque creo que, teniendo gente con necesidades insatisfechas, con una caja de mercadería lo engañan y se aprovechan de esta gente para conseguir un voto.