La causa contra Daniel Rengo Aguilera (35) por venta de drogas desde la penitenciaría continuó en las últimas horas con más allanamientos en presuntos “quiosquitos y aguantaderos” del barrio La Gloria y el secuestro de pruebas que podrían complicarlo en el futuro. También se llevó a cabo ayer la indagatoria al jefe de la barra brava de Godoy Cruz en Tribunales Federales y le notificaron que está siendo investigado por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para cometerlo, contaron fuentes de la causa. 

No sólo eso: trascendió que profundizaron las sospechas sobre un grupo de guardiacárceles de Boulogne Sur Mer que habrían mantenido algunos nexos con él durante los últimos meses, por lo que el Servicio Penitenciario se encontraba en alerta para enviar las pruebas a la Inspección General de Seguridad y se inicie una causa para determinar si hubo responsabilidades administrativas.

Uno de los penitenciarios estaba comprometido porque, sostuvieron fuentes consultadas por El Sol, trabajaba como patovica en uno de los boliches que tiene a Aguilera como dueño –no en los papeles– en La Puntilla, Luján. Se trata de un uniformado que también fue allanado en la causa.

Ver también: El Rengo acusado de venta de drogas: hay penitenciarios en la mira

Por recomendación de su representante legal el Rengo no hizo uso de su derecho de declarar y será enviado nuevamente a la cárcel de Boulogne Sur Mer, donde cumple una pena de seis meses por maltrato a su ex pareja. El 30 de este mes cumplirá la pena y recuperará la libertad en esa causa. 

También están imputados otros dos hombres de su entorno que fueron detenidos el martes por la noche cuando se desarrollaron los allanamientos masivos en el Gran Mendoza: uno fue identificado como Cristian Oliva Suárez, marcado como miembro de la Banda del Expreso (la hinchada del Tomba) y otro con el nombre de Marcelo. 

Cristian Oliva, otro de los detenidos.

La instrucción, que está en manos del juez Walter Bento, permanecerá secreta diez días y luego se definirá si los tres detenidos son procesados con prisión preventiva. 

Efectivos de inteligencia de la Gendarmería iniciaron la pesquisa cuando Aguilera fue detenido, el 30 de marzo, por la denuncia de maltrato que radicó su ex mujer en el barrio Los Aromos de Carrodilla. Desde ese momento, mientras se encontraba en una celda, el Rengo comenzó a ser “espiado”.

Se conoció que se le hicieron escuchas telefónicas y que se presentaron ante la Justicia unas 700 hojas de trascripciones como prueba. En las conversaciones mantenía contactos con los otros personajes, entre ellos, los otros dos detenidos. De acuerdo con la información de la Gendarmería, Aguilera realizaba “negocios” desde prisión y también mantenía vínculos con la barra. 

Con las pruebas incorporadas, se decidió allanar inmuebles del Gran Mendoza y la celda que habitaba en el pabellón 9 Sur, la que compartía con otros dos internos. 

De las propiedades allanadas de Guaymallén, Maipú, Godoy Cruz, Lujan y Ciudad secuestraron poco más de un kilo de cocaína, marihuana, casi medio millón de pesos en monedas de diferentes países, más de 30 celulares, chips, una computadora y dos armas, entre otros elementos. No todo el dinero de la incautación le fue atribuido a Aguilera, señalaron fuentes de la causa.

El caso generó un fuerte impacto en el ambiente policial y carcelario y prometía tener más novedades en los próximos días. No descartaron más detenciones y secuestros de elementos relacionados a la comercialización de estupefacientes.

Desde hace más de diez años, Aguilera es vinculado al comercio de sustancias ilegales pero las investigaciones que se hicieron en la provincia no prosperaban.

El nexo con los guardias en el penal de calle Bolougne Sur Mer

En la investigación que iniciaron contra Daniel Aguilera y su entorno hay sospechas de connivencia con penitenciarios. Se cree que son más de cinco los que tenían relación con el barra del Tomba en el interior de Boulogne Sur Mer.

El Servicio Penitenciario trabaja en el caso y pretende que se inicie una investigación administrativa contra ellos. Uno de los dos guardias que más complicado está fue allanado el martes por la noche. Otro trabajaría para el Rengo en un boliche de La Puntilla derecha.

Dos de los penitenciarios investigados. Se reserva su identidad.