El cadáver de una mujer de 61 años en avanzado estado de descomposición fue encontrado en un departamento del barrio porteño de Caballito, por lo que su marido y su hijo, que convivían con ella, quedaron detenidos mientras se investiga si existió algún delito, informaron hoy fuentes policiales.

Un testigo del hallazgo contó que la mujer, identificada como Susana Fernández, llevaba al menos cinco días de fallecida y que en el interior del inmueble se hallaron excrementos, insectos y comida podrida.

Por su parte, el juez de la causa, Pablo Ormaechea, dispuso la detención de los familiares de Fernández por considerar que, si bien el cuerpo no presentaba signos de violencia, pudo haber existido el delito de “abandono de persona”.

Fuentes policiales informaron a Télam que el hecho fue descubierto ayer en el departamento 2do. “A” de un edificio situado en avenida Directorio 150, en Caballito, donde la mujer vivía con su marido Ignacio Vaccari (63) y un hijo de ambos, Ezequiel Vaccari (26).

Todo comenzó cerca de las 13, cuando Vaccari padre llamó a una empresa privada de emergencias médicas para denunciar que había encontrado a su mujer muerta en su departamento.

Según las fuentes, cuando los facultativos arribaron al domicilio hallaron el cadáver desnudo y cubierto con una sábana sobre una cama de la habitación, y al constatar que la mujer llevaba muerta varios días alertaron del hecho al Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) y a la Policía de la Ciudad.

Tras la denuncia, efectivos de la comisaría 10ma. se presentaron en el lugar del hallazgo donde se entrevistaron con el esposo de Fernández, mientras que los forenses establecieron que la muerte se había producido cuatro o cinco días antes.

Lo que también llamó la atención de los investigadores policiales fue la actitud fría y despreocupada del marido y del hijo de la víctima, por lo que convocaron al fiscal de turno, Mariano de Guzmán quien, a su vez, notificó de la situación al juez Ormaechea.

Las fuentes señalaron que el magistrado ordenó que los dos detenidos sean sometidos a peritajes psicológicos y psiquiátricos, mientras aguardaba los resultados de la autopsia para determinar la causa de la muerte de Fernández y definir si indagaba a padre e hijo y por qué delito.

“En el acta figura que por lo menos son cinco días los que llevaría muerta, según lo que pudo constatar el forense acá, aunque falta el resultado de la autopsia”, contó esta mañana a la prensa Federico Teijeiro, uno de los vecinos del edificio de avenida Directorio 150 que participó como testigo del procedimiento.

Este hombre comentó que al cuerpo de la mujer “le vieron hematomas que no se sabe si son pre o post mortem” y “sangre en la boca” que habrá que determinar “si es una reacción del cuerpo o producto de algún golpe”.

Según Teijeiro, Fernández ya no salía de su casa y hacía cuatro años se encontraba de licencia psiquiátrica “por una profunda depresión”, a raíz de lo cual, un médico laboral la visitaba una vez por mes.

Consultado sobre la reacción de los Vaccari durante el procedimiento de hallazgo, el testigo indicó: “Ellos estaban como si no hubiese pasado nada, más preocupados por saber cuándo terminaba todo el movimiento de policías y peritos.”

Luego, Teijero describió que la escena que él vio dentro del departamento le resultó “dantesca”.

“Había heces humanas por todo el departamento. Siempre pedían delivery, mediodía y noche; y había cajas apiladas con comida podrida, ollas con líquidos que por el color no sé qué es. Arañas, cucarachas y moscas. Cero limpieza, una dejadez de hace años”, detalló.

El vecino también explicó que “lo primero que caratuló el fiscal es abandono de persona, no sólo porque estaba fallecida de hace días sino también por la condiciones en las que vivía”.

Y a diferencia de los voceros policiales consultados, Teijeiro sostuvo que al llamar al servicio de emergencias, el esposo de Fernández dijo que “la mujer estaba descompuesta, que se había caído”.

En tanto, el vecino comentó que los problemas del consorcio con los residentes del 2do. “A” existen desde hace tiempo como consecuencia de los “olores nauseabundos” provenientes de dicho inmueble y que llegaban hasta el 8vo. piso.

Teijeiro contó que esta falta de mantenimiento ocasionaba problemas en el piso superior e inferior, ante lo cual, se convocó a los Vaccari a una mediación pero ellos no asistieron e incluso el marido de Fernández envió un correo electrónico pidiendo que no se metan en “su vida privada”.

Además, el vecino recordó que en alguna ocasión se convocó a la Policía por el maltrato del esposo y el hijo hacia la mujer, pero ellos no le abrían la puerta.

Por último, el testigo dijo que la última persona que vio a Fernández con vida fue un plomero que el mediodía del martes de la semana pasada realizó un trabajo en el departamento, tras lo cual, le comentó que “la mujer se arrastraba por el suelo” y que tuvo que usar “algodones” en la nariz porque “el olor era terrible”.

“El plomero estuvo luego dos días descompuesto y no quiso volver nunca más”, concluyó el vecino.