La directora de Administración de Turismo, Beatriz Zapponi, renunció a su cargo en el Ente Mendoza Turismo (EMETUR) y volvió a su puesto de  planta a poco tiempo de jubilarse. La decisión sorprendió a más de uno, pero su salida terminó mostrando el rol que tiene Fernando Díaz González, el esposo de la presidenta del organismo, Gabriela Testa. 

La salida de la funcionaria -una contadora con experiencia en diversas áreas del Estado- es atribuida precisamente a cortocircuitos con Díaz González. Las diversas consultas hechas por El Sol sobre la posición que ocupa el esposo de Testa es difusa porque no figura con un cargo jerárquico propiamente dicho, aunque también advierten que tiene una cuota de poder significativa en el esquema del EMETUR. 

Díaz González es empleado de la Municipalidad de Godoy Cruz pero actualmente reviste funciones en Turismo bajo la categoría de “misión especial”. Pero a la par de de ser empleado en el área  responsable de las políticas de turismo en Mendoza, el esposo de Testa tiene una agencia de turismo receptivo.

Se trata de la operadora Caminos del Plata. Así figura en la constancia de licencia vigente online del Ministerio de  Turismo de la Nación. En ese registro, figura como representante técnico, con el número de registro 13.450, lo que hace dudar acerca de un posible cuestionamiento ético por su trabajo en el Estado y en la actividad privada. 

 

En lo privado, Díaz González fue gerente de AEHGA, la cámara de  hotelería y gastronomía y como tal, en su momento, cuestionó las cifras de ocupación hotelera dadas por la gestión de Celso Jaque. 
Posteriormente, ocupó funciones en Godoy Cruz, al tiempo que Testa era funcionaria de la comuna -entonces dirigida por Alfredo Cornejo- y posteriormente concejal por la UCR.

A raíz de esa situación la titular del Ente defendió a su marido y aseguró que “no hay incompatibilidad” en sus funciones.

“No es empleado del gobierno de la provincia, no es funcionario y no tiene firma habilitante”, aclaró Testa.

Según manifestó la funcionaria de Alfredo Cornejo, su pareja vendría a ser una especie de secretario, ya que se encarga de revisar los despachos y resoluciones que ella firma, entre otras tareas y no tiene personal a cargo. Otras fuentes consultadas aseguran que participa de las reuniones y opina como un funcionario más. 

Testa además recordó que la ley nacional N° 18.829 establece que la fiscalización y control de las agencias de viaje las realiza el Ministerio de Turismo de la Nación, de manera que su esposo no controla a su propia empresa de turismo aunque se desempeña en el ente y puede tener acceso a información privilegiada.

Sin embargo, las fuentes vinculadas al turismo que fueron consultadas por El Sol señalaron que el EMETUR sí tiene control de policía, ya que la Nación lo delega en las provincias, y eventualmente lo hace a partir de denuncias que les acercan las distintas cámaras del sector. 

En su defensa, Testa recordó que cuando Javier Espina era ministro de Turismo en la gestión anterior, la subsecretaria de Desarrollo Turístico, Verónica Sottano, a su vez era dueña del Hotel Internacional. 

“Ella tenía a su cargo la fiscalización de servicios turísticos y la dirección de control, se controlaba a sí misma”, contraatacó.

Consultada al respecto, Sottano aclaró que era de público conocimiento que venía del sector privado y que su familia era propietaria del hotel -el Internacional- desde 1969. “Cuando asumí como funcionaria, renuncié al hotel. Y cuando dejé de ser funcionaria, volví al hotel. Cuando asumí como subsecretaria, mi papá se quedó manejando el hotel. No tiene nada que ver”, explicó. 

La renuncia

En los últimos días Beatriz Zapponi dejó su cargo jerárquico como Directora de Administración y volvió a su cargo reservado de planta también en el Emetur. En su lugar se designó a un  contador proveniente del Tribunal de Cuentas, Sergio Pérez Videla. 

Zapponi es contadora y es una agente de carrera en el Estado, que ha ocupado diversos puestos en varias gestiones, entre ellos, con Beatriz Barbera en Deportes también como directora de Administración. Luego, pasó a Turismo, donde desempeñó funciones en el Centro de Congresos y Exposiciones. 

Su renuncia no es un hecho menor por el cargo que ocupaba: era la responsable de todo el funcionamiento administrativo y contable del organismo que nació con la gestión Cornejo. En otras palabras, Zapponi era la que cuidaba las espaldas de Gabriela Testa.

Fuentes de Turismo que prefirieron mantenerse en reserva definieron a la ex funcionaria como “complicada” y señalaron que, en el último tiempo, tuvo varias discusiones con Díaz González. 

Este medio intentó consultar a Zapponi por su dimisión, sin embargo no quiso dar precisiones al respecto y prefirió hacer silencio. Una postura que se interpreta principalmente porque Zapponi tendrá que seguir trabajando en el Emetur y compartiendo espacio con Díaz González y Testa.

Testa salió al cruce de estas versiones y sostuvo que la dimisión de Zapponi se produjo por “razones personales”, al tiempo que despegó a Díaz González de la interna. “Mi marido no tiene nada que ver, no tiene trato con ella”, manifestó la funcionaria.

Para poner paños fríos, Testa no dudó en elogiar el desempeño de la ex directora a quien recomendó para el cargo al que ahora renunció. “Hay que estar en los cargos públicos, parecen sencillos, es una persona que no viene de la política, hay que respetar su privacidad”, deslizó.