El informe psíquico de la monja detenida Kosaka Kumiko, acusada de abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores hipoacúsicos del Instituto Antonio Próvolo, es determinante y letal respecto a los rasgos psicológicos y comportamiento que presenta en relación con la comunidad. Según las pericias, la religiosa japonesa es lúcida y orientada, pero también con una personalidad psicópata que le impide entender el sufrimiento ajeno.

Luego de que la religiosa perteneciente a la Cofradía de Nuestro Señor en la Oración de Huerto accediera al beneficio de prisión domiciliaria tras el fallo de la Primera Cámara del Crimen, integrada por los jueces Víctor Hugo Comeglio, Lilia María Vila y Ariel Spektor, tanto dentro como fuera de Tribunales provinciales hubo revuelo por los rasgos psicológicos que presenta la mujer.

La japonesa de 42 años fue sometida a un examen psiquiátrico y psicológico por parte de peritos oficiales y de parte. Las pruebas se realizaron el 16, 21 y 22 de junio y el 3 de julio. En las mismas se le administró entrevista psiquiátrica y psicodiagnóstica, test de Bender, test de las Ocho Hojas, inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota (MMPI-2) y un cuestionario Desiderativo y Rorschach.

El informe indica el estado emocional y físico de Kumiko al momento de las entrevistas: “Lúcida y orientada respecto de sí misma, en tiempo, espacio y situación. No presenta alteraciones sensoperceptivas como tampoco del curso y contenido del pensamiento. (…) Se observa una actitud rígida, sin indicadores de ansiedad o angustia”.

Con todas las condiciones dadas, Kumiko se dispuso a ser sometida a pericias psicológicas que indicaron que “su juicio está conservado, pudiendo discriminar las acciones valiosas de las disvaliosas. Su nivel intelectual está encuadrado dentro de parámetros normales, con un rendimiento acorde a la estimulación sociocultural recibida”.

Los especialistas de salud mental entrevistados por El Sol indicaron que el primer análisis que arroja el informe hace referencia a una persona con rasgos psicopáticos, con una capacidad para valorar las acciones que realiza y las consecuencias que genera, pero incapaz de entender al otro.

Los siguientes párrafos indican que Kumiko “oculta aspectos de su propia historia vital y personalidad. Puede organizar y planificar su conducta, con conocimiento de las consecuencias de las mismas tanto para sí como para terceros”.

Esto hace presuponer, según los expertos, que es una persona psicópata que comprende perfectamente todo lo que ocurre a su alrededor y de una inteligencia superior a lo normal, pero padece de incapacidad para entender el sufrimiento ajeno.

“Los psicópatas son personas que a simple vista actúan y desarrollan con normalidad, con una inteligencia superior y astucia para convencer a otros, que le permite llevar a cabo sus actos perversos sin que nadie los descubra, y si alguien lo hace es por un pequeño desliz “, indicaron los psiquiatras entrevistados.

El informe también señala que “cuando interviene la esfera afectiva e interpersonal es proclive a manifestar conductas irritables, hostiles e impulsivas. Tiene dificultades en el establecimiento de relaciones interpersonales, con escasa capacidad empática. Establece relaciones superficiales. Tiene la capacidad de captar la necesidad del otro y utilizarla en su propio beneficio, generando confusión, impotencia y angustia en los demás”.

Las conclusiones del examen psicológico indican que “es responsable de sus actos, (…) con predominio de rasgos narcisistas, (…) conductas desajustadas en las esferas de su personalidad y sexualidad. (…) Debido a las características de personalidad descriptas no reúne las condiciones psíquicas necesarias para cumplir el régimen de detención domiciliaria”.

Para los especialistas, las personas con estas características “no pueden desenvolverse con normalidad en la sociedad”. Mientras que en el caso de la Monja, evaluaronque cualquier letrado con un poco de asesoramiento psiquiátrico entendería que es peligroso que este fuera del penal, tanto por ella como para quien decida cuidarla”.

Kumiko actualmente permanece en el penal de Aguas de las Avispas pese a haber conseguido la domiciliaria. Esto se debe a que el fiscal de la causa, Gustavo Stroppiana, antes de trasladarla debe constatar que están dadas todas las condiciones de seguridad.

Informe psiquiátrico