Peritos forenses trabajaron hoy en el lugar donde se encontraron los restos de la aeronave Mitsubishi MU-2 Matrícula LV-MCV, en la confluencia de los ríos Paraná Guazú y Barca Grande y hasta el momento no lograron dar con los cuerpos de los tripulantes.

“Los procedimientos que se están llevando adelante priorizan el trabajo del equipo forense y mantienen especial cuidado respecto de la manipulación de los restos de la aeronave, teniendo presente las dificultades de la zona”, informó hoy la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) en su comunicado diario y evitó precisar si se encontraron los cuerpos de Matías Ronzano, de 30 años; Emanuel Vega, de 25, y Matías Aristi, de 37.

La cauta actitud de la JIAAC se contradijo con las manifestaciones realizadas por la mañana por Eduardo Génova, piloto amigo de la familia de Matías Ronzano, uno de los tripulantes del avión Mitsubishi, quien había asegurado que dentro de la aeronave sumergida se habían encontrado restos humanos que fueron tomados para realizarles “los ADN correspondientes”.

En tanto, la jueza Sandra Arroyo Salgado estableció una restricción absoluta de sobrevuelo de la zona por parte de helicópteros o drones que no sean los afectados al operativo, llevado a cabo por un equipo conformado por los investigadores de la JIAAC, agentes de Prefectura Naval Argentina, Bomberos Voluntarios de San Antonio de Areco y la sección de canes de Gendarmería Nacional Argentina.

El operativo está centrado ahora en la recuperación del avión para que la Junta de Investigaciones Aéreas pueda avanzar en el esclarecimiento de las causas que provocaron la caída de la aeronave, no obstante desde la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) aseguraron que es “difícil” retirar la aeronave del pantano. 

“El avión está semientrerrado y es muy difícil extraer sus partes, sobre todo las más pesadas, que son muy importantes para la investigación, como es el caso de los motores, a los que todavía no se ha podido acceder. Ayer se hizo una buena parte y hoy continúa”, aseguró el titular de la ANAC, Juan Irigoin.

Hasta el momento, sólo se pudieron recuperar algunas partes de la Mitsubishi, mientras que el operativo para retirar a toda la aeronave continuará mañana con un helicóptero MI 17 de Fuerza Aérea Argentina para el retiro de los restos de mayor peso, precisó la JIAAC. 

El trabajo realizado ayer tuvo como resultado la extracción de numerosas partes de la aeronave, tales como restos de tren de aterrizaje y cola, que están siendo acondicionados en la Base de la Prefectura Naval Argentina, para luego ser trasladados al aeropuerto de San Fernando para la investigación, que tiene por objetivo determinar las causas y factores que ocasionaron el accidente”, informó el comunicado de la junta de investigaciones. 

El avión en el que viajaban Ronzano, Vera y Aristi había partido el 24 de julio a las 14.30 del aeródromo de San Fernando con un plan de vuelo en el que estimaba su arribo a la localidad formoseña de Las Lomitas a las 18.30, donde la familia Aristi, posee campos.

De acuerdo con lo indicado a Télam por una fuente aeronáutica, el lugar donde se encuentra el avión está en la ruta correcta que debía recorrer para cumplir con la indicación que le transmitió la Torre de Control, que solicitó su retorno a San Fernando para comprobar la razón por la cual no funcionaba en “trasponder” que permite que la aeronave sea identificada por los radares de control.

El lugar de la caída es un pantano de los muchos que posee el Delta del Paraná, situado a unos 40 kilómetros de Zárate, sobre un brazo del Paraná Guazu a metros de su confluencia con el brazo Barca Grande.