La creación Oficina de Conciliación Laboral Obligatoria (OCLO) se definirá esta semana en Diputados, en medio de la tensión política que envuelve a la Legislatura por las elecciones, los reclamos sindicales ante este proyecto y los quiebres dentro del oficialismo.

Si bien la idea del radicalismo era tratar la iniciativa -que ya tiene media sanción del Senado- hace dos semanas, el peronismo solicitó postergar el debate. A pesar de que los senadores opositores hicieron la misma solicitud en su momento y les fue negado, esta vez el oficialismo accedió al pedido de los diputados a cambio de que se debatiera la reducción a los impuestos de sellos en alquileres comerciales.

Así, con el receso legislativo, esta semana llega la fecha pautada por los legisladores para sancionar la ley. El inconveniente surge, más allá de la oposición, dentro del Frente Cambia Mendoza. 

Es que el proyecto busca que los trabajadores deban llegar a un acuerdo con las empresas en lugar de acudir a la Justicia. La OCLO utilizará la estructura de la Subsecretaría de Trabajo -que cuenta con delegaciones en todos los departamentos- para disponer un abogado que medie entre el denunciante y la empresa. Este conciliador recibirá 3.000 pesos en caso de llegar a una mediación y 250 si no se logra un acuerdo.

En distintas oportunidades desde los sindicatos expresaron que la medida “entorpece el acceso a la Justicia”, por lo que el diputado y gremialista Guillermo Pereyra, del Frente Renovador anticipó su voto en contra.

“La instancia intermedia al juicio es positiva si soluciona la larga espera que tiene el trabajador ante un juicio, pero es malo porque no permite a las organizaciones sindicales que representen a esos trabajadores”, explicó. “No puedo votar algo que excluye a que yo no pueda representar a los trabajadores. Ojalá se pueda modificar, pero si no ocurre, yo anticipé cómo será mi voto”.

Esto ocurre en medio de una división en el oficialismo dentro de la Legislatura luego de que los senadores Walter Soto y Raúl Ferrer anunciaran su separación del bloque, señalando la falta de discusión que tienen los proyectos enviados por el gobernador. Con esta decisión, el radicalismo perdería el quórum propio que sostuvo desde que asumió cornejo dentro del Senado provincial.

Aún así, en Diputados la situación de la OCLO estaría asegurada: si el panorama se mantiene, la votación resultaría en empate y la decisión final es del presidente de la Cámara, Néstor Parés (UCR).