Mendoza necesita crecer, pero de manera ordenada y sin vueltas. El problema es que no se trata sólo de una meta actual sino que viene desde hace décadas, por lo que poco se ha avanzado en el tema. El crecimiento desmedido en zonas inapropiadas ha generado verdaderos problemas para diversas poblaciones locales, de la mano de un negocio inmobiliario sin escrúpulos, que sólo buscó sacar un gran rédito económico. De ahí la importancia de que se avance con el plan de ordenamiento territorial, delimitando zonas, desde los municipios y, sobre todo, cayendo con todo el peso de la ley sobre propietarios y autoridades que permitan seguir construyendo en sitios prohibidos. Sólo resta esperar que las disposiciones sean claras y no se presten a confusión ni a vericuetos legales que sólo traerán más dolores de cabeza. El impacto de las recientes tormentas es un fuerte llamado de atención sobre las fallas y faltas con las que se ha venido actuando.