La Cámara de Senadores envió a comisiones un proyecto de ley para que en todas las escuelas se implemente en forma progresiva el uso de micrófonos y parlantes en el aula. 

El proyecto pertenece al ex diputado Daniel Llaver, quien lo presentó en 2014, con la idea de mejorar la comunicación entre el docente y los alumnos.

La idea es que el medio de amplificación instalado tenga un sistema inalámbrico. El proyecto también contempla que en un plazo de dos años, se encuentre efectivo en todas las aulas de la provincia, de todos los niveles dependientes de la DGE, ya sean instituciones públicas o privadas.

Según mencionó Llaver, uno de los objetivos es que los alumnos escuchen con mayor claridad a aquellos docentes cuya potencia natural en la voz no sea suficiente. Sin embargo, el punto central es el daño que el desgaste vocal puede causar a los profesores.

“No se trata de una inversión muy grande y el beneficio es amplio si se contempla la cantidad de problemas que genera”, indicó Llaver. De hecho, la alternativa de utilizar amplificadores portátiles -también conocidos como “micrófonos para docentes”- se volvió tan común en meses recientes que en 2016 se agotaron en los comercios del rubro.

Entre los principales problemas figura el hiatus, un espacio que se forma entre las cuerdas vocales e impide que la voz salga con la intensidad deseada, producto del esfuerzo al hablar.

“Es frustrante, sobre todo en las últimas horas de clase: la voz no acompaña lo que uno intenta decir”, explicó la profesora Graciela Contrera, quien debió tomar licencia durante casi un año mientras realizaba tratamiento fonoaudiológico por este problema.

La docente relató que el dolor constante e incómodo, acompañado con la falta de voz, vuelve deficiente la comunicación. “Por más que uno no tenga que gritar, sí debe elevar el tono para llamar la atención por encima del ambiente”, añadió.

En cuanto a la alternativa de utilizar amplificadores portátiles, Contrera explicó que algunos docentes los compran, pero luego no los usan por el peso. “Suelen ir agarrados al cinturón y es incómodo, además transportarlo puede ser cansador”, indicó.

Omar Benegas, titular de la Comisión de Educación, explicó que el proyecto tiene una mirada favorable en la Legislatura. “Es algo necesario y no debería encontrar problemas en su tratamiento”, señaló.