Tras la polémica por la duración de la ultima reunión entre el papa Francisco y el presidente Macri, en febrero de este año y que llevó apenas 22 minutos, la cumbre de hoy entre ambos ocupó una hora en el Aula Paulo VI del Vaticano.

El mandatario llegó al Vaticano a las 10.18 locales (5.18 de Argentina) y minutos después fue recibido por el Pontífice.

Macri estuvo acompañado por su “familia ensamblada”: su mujer Juliana Awada, la hija de ambos Antonia, la hija mayor del mandatario, Agustina y por Valentina, la hija de Awada con su pareja anterior.

Tras una reunión que se esperaba “cordial”, el mandatario le entregó una escultura hecha por el artista argentino Alejandro Marmo, amigo del Pontífice y que tiene otras dos obras ya expuestas en los jardines del Vaticano.

“Hablamos de la preocupación compartida sobre la pobreza y la necesidad de generar trabajo, educación, capacitación, y de volver a convocar a todos a la cultura del encuentro” y “coincidimos en que el asistencialismo debe ser transitorio porque, sino, condena a mucha gente a la frustración”.

El papa elogió “fuertemente” la tarea que vienen desarrollando la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, y las calificó como “dos personas muy al tanto de la pobreza y las necesidades de la gente”, contó el presidente.

La perlita de la reunión la dio la hija menor del mandatario argentino. Macri reveló que su hija Antonia “llevó una lista de preguntas” entre las que le que estaban “si él tenía papá, si dormía así vestido y que comía”.