Los niños y el entrenador que se quedaron atrapados durante días en una cueva de Tailandia dieron las gracias en un ritual budista en la entrada de la gruta casi un año después del espectacular rescate que mantuvo en vilo a medio mundo.

Vestidos con camisetas amarillas, los doce menores y su antiguo entrenador de fútbol dieron ofrendas a unos monjes junto a la cueva Tham Luang cerca de la aldea de Mae Sai, en la norteña provincia de Chiang Rai, donde se quedaron atrapados el 23 de junio de 2018.

“Quiero dar las gracias a los medios, al público, a nuestros vecinos en Mae Sai, a las autoridades, a nuestros vecinos en Mae Sai”, dijo a la prensa el entrenador Eakapol Chanthawong, que también agradeció la ayuda internacional durante el rescate.