BUENOS AIRES (DYN). Cuando River tenía todo a su merced para volver a la senda del éxito y cortar su serie negativa como visitante, le regaló el partido a San Lorenzo, que dio vuelta la historia a sólo tres minutos del final del juego. Los jugadores ni siquiera supieron darle una mejor despedida a la anunciada renuncia del entrenador Néstor Gorosito, quien tras el partido dijo que se iba para que otro entrenador le inyectara aire nuevo al equipo (ver aparte).

    Si bien en los primeros minutos fue San Lorenzo el que insinuó más y desnudó las ya conocidas falencias defensivas de River, nunca se sintió cómodo el equipo de Simeone. Sólo las escaladas de Pintos por el sector derecho ante el vulnerable Orban le sirvieron al Ciclón para inquietar el arco millonario. El equipo de Gorosito se fue acomodando con el transcurrir de los minutos y ganó la pelota en la mitad de la cancha con un prolijo trabajo de Almeyda. La tenencia del balón, sobre todo a través de Buonanotte, les permitió a los atacantes de River ser protagonistas.

     El propio Buonanotte lo tuvo pero remató desviado, Bottinelli respondió con un cabezazo que se fue por encima del travesaño, luego Menseguez exigió a Navarro y Migliore desvió al córner un remate de Bou. A los 30, River logró la ventaja parcial. Bou peinó un saque largo de Navarro, Villalva tomó la pelota y Migliore, que salía a achicar, se lo llevó puesto dentro del área. Buonanotte, con un tiro suave, abrió le marcador. En desventaja, fue San Lorenzo el que tuvo la iniciativa, y River, al menos en los primeros minutos, se defendía con la pelota en su poder y no pasaba sobresaltos. Pero a 10 minutos del final retornaron los fantasmas, y errores infantiles de la defensa le permitieron al Ciclón arribar a una victoria con sabor a hazaña.

     A los 38’, luego de que Gustavo Cabral le aplicara una trompada a Bottinelli en medio del área, Romagnoli se hizo cargo del penal y ubicó la pelota sobre la derecha de Navarro. Después lo tuvo River. Sobre la derecha ingresó Mauro Díaz, su remate fue rechazado por Migliore, el rebote le quedó nuevamente al juvenil, quien le entregó al pelota a Fabbiani, y este, completamente libre, intentó un taco en vez de fusilar a Migliore, quien logró contener. A los pocos instantes, San Lorenzo llegó a la victoria, cuando un pase perfecto de Romagnoli encontró libre a Romeo, quien liquidó el pleito y desató la euforia azulgrana, que se prende en la pelea.