"Me voy a morir", le dijo Virgilio Jiménez a su hermana la última vez que habló con ella. El joven de 20 años, preso desde 2017 tras haber sido detenido durante protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, falleció poco después por una hemorragia digestiva.
Familiares y organizaciones de derechos humanos, que lo sepultaron este viernes, denunciaron la falta de tratamiento médico adecuado en la cárcel de Uribana, donde estaba recluido en Barquisimeto (estado Lara, oeste).
Es el octavo recluso del lugar que muere en condiciones similares en lo que va del año, según la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), crítica del gobierno. "Él empezó a tener fiebre desde diciembre", relató a la agencia de noticias AFP su hermana Yoliani.
Hoy miércoles nos informa la Resistencia Lara, que falleció el Guerrero Virgilio Jiménez.
— Anersen Soto (@AnersenSoto) 7 de febrero de 2019
Se encontraba recluido en la prisión de Uribana, desde el 21 de noviembre del 2017, fue preso por protestar contra Maduro. Es el 8vo Joven que muere preso, y por causas desconocidas. pic.twitter.com/ngq9rjysbm
Virgilio fue finalmente trasladado el 1 de febrero a un hospital de la ciudad, pero unas cuatro horas después fue devuelto al penal, agrega Yoliani.
Su condición empeoró y volvió a ser enviado al centro médico el martes, donde falleció en la noche debido a un shock hemorrágico tras varios días de sangrado digestivo.
Cuando Yoliani llegó ese día al hospital, encontró a Virgilio "delirando".
"Él me dijo: Yoliani, yo siento que me voy a morir", contó. Poco tiempo después, cuando el joven fue al baño, "se desbordó en sangre".
Virgilio estaba preso en Uribana desde el 21 de noviembre de 2017, detenido por militares durante una oleada de protestas opositoras contra Maduro que dejó 125 muertos. Fue acusado de "terrorismo", según el OVP, y aún no se había hecho una audiencia por el caso.