Más allá del éxito y el alcance que logre la megasubasta inédita en Mendoza, debe servir para dar un paso firme contra el mercado ilegal y, también, para recapacitar. Sin dudas, lo comprado les servirá a muchas personas para abastecerse de productos a bajo costo o revender, pero también muestra la cara de quienes tuvieron que viajar a otro país y dejar en la frontera lo que no debían haber adquirido por encima de las disposiciones oficiales. Por eso, esta situación tiene que servir no sólo para que los consumidores entiendan y respeten las reglas del juego legal, sino para que el Estado también trabaje en estrategias comerciales que sean un respiro para la población, que reclama mejores productos a precios más accesibles. Caso contrario, el efecto Chile difícilmente se detenga, igual que las maniobras para escapar de los controles. El mensaje es claro y debe ser aunado en pos del compre local.