Se acerca la temporada de verano y muchos ya planifican qué hacer durante el receso. Entre las opciones aparece alquilar una cabaña para disfrutar en familia, una modalidad adoptada no sólo por turistas sino también por mendocinos, pero que cada vez se convierte en una tendencia peligrosa por la cantidad de estafas registradas en el sector.

Frente a este panorama, empresarios y entes turísticos trabajan en conjunto para alertar a la población sobre la situación, aunque reconocen que es un tema muy difícil de resolver, incluso, de detectar.

“Se trata de una forma de delito efímera que, en la mayoría de los casos, se genera en las redes sociales, por ello pedimos a la sociedad que sea cauta a la hora de realizar una reserva e indague más sobre la propiedad”, aseguró Guillermo Barletta, director de Turismo de Luján de Cuyo.

El funcionario manifestó: “La problemática existe y se están tratando de activar todas las herramientas y recursos para que no avance”.

Incluso, entre las últimas modalidades surgió la posibilidad de mostrar la cabaña mediante videollamada. “El tema es que son pocos los propietarios que residen en las viviendas y no todos tienen la opción de apelar a este recurso para generar tranquilidad al cliente”, dijo Fernando Perera, propietario y miembro de la Asociación Turística de Potrerillos.

Cómo evitar las estafas

La situación es tan compleja que la única manera que empresarios y funcionarios encuentran para ponerle fin o, al menos, impedir que crezca, es la difusión de la información.

Entre las estrategias para tener en cuenta recomiendan:

  • Evitar alquilar una cabaña mediante redes sociales: Facebook e Instagram.
  • Corroborar que la cabaña o casa que se está alquilando esté habilitada en el registro de propiedades que cuenta la municipalidad para tal fin. Para ello, los que deseen alquilar en Potrerillos o algún rincón de Luján de Cuyo podrán comunicarse al whatsapp 261-5920632 para chequear la habilitación de la vivienda ofrecida.
  • Otro punto interesante a tener en cuenta es buscar la casa ofrecida en el sitio web del complejo al que pertenece.
  • También se puede ingresar al sitio web potrerillos.org.ar y consultar todas las dudas relacionadas con la habilitación.
  • Bucear los sitios web: leer comentarios anteriores, ver la cantidad de visitas, puntuaciones y demás.
  • Buscar el alojamiento en otras plataformas: controlar las redes sociales en las que aparece, chequear el domicilio y las fotos presentadas.
  • Conservar registros de conversaciones y mails que acrediten la reserva, los servicios contratados y los pagos. Mantenerlos hasta el final de la estadía. 

Una modalidad que no se detiene

La metodología empleada por los estafadores se reitera, en la mayoría de los casos, de la siguiente manera: simulan un anuncio de alquiler temporario, publican en las redes sociales y se  “camuflan” entre otros alojamientos reales.

“Para hacer más creíble la publicación incluyen varias fotos del alojamiento. La del exterior suelen ser reales, pero se añaden fotos falsas del interior. Incluso, hay casos en los que los estafadores han alquilado la propiedad por dos o tres días y han aprovechado para sacar la mayor cantidad de fotografías posibles”, refirieron desde la Asociación.

“Una vez avanzado el acuerdo, los estafadores solicitan el depósito de una seña y, en muchas oportunidades, desaparecen tras ese acto, otros van más allá y esperan el depósito completo para borrarse del planeta”, agregaron.

Propietario y víctima

Miguel tiene tres cabañas en Potrerillos y, desde hace años, las alquila. Este año se encontró con la noticia de que su vivienda había sido retratada para ser ofrecida en diferentes sitios web.

“Indirectamente me convertí en una víctima. Lo cierto es que aparecieron en las redes, principalmente, en Facebook, varias fotos de mis casas ofrecidas para el alquiler, pero en complejos que no eran los míos”, comentó Miguel. 

De este modo, indagando con el propietario del complejo, le advirtió sobre la situación y así fueron aclarando el panorama. En el medio, hubo varias familias perjudicadas que habían contratado el inmueble sin saber que se trataba de una estafa.

“Más allá de que la recomendación es que no contraten por las redes sociales, lo que siempre les aconsejo a los clientes es que crucen datos. Que indaguen sobre la habilitación del lugar, que los teléfonos coincidan con los de la publicación. Realmente cualquiera puede caer en manos de esta gente”, sentenció Miguel.

“Desde fines del 2020 la situación se ha complejizado, si bien antes existía esta forma de delito, tras la flexibilización de las actividades por la pandemia comenzó a crecer y hoy no hay modo de detenerla. Las estafas son reiteradas y las víctimas no tienen a quién reclamar”, aseguró Miguel, propietario de tres cabañas ubicadas en Potrerillos.

De acuerdo con lo reportado por miembros de la Asociación Turística de Potrerillos “existe mucho temor en los propietarios porque si bien se observan dos estafas por semana, en promedio, la situación no se detiene y los estafadores incrementan su habilidad para llegar a más cantidad de clientes”.