La empresa Siemens, que desde fines del año pasado tiene a su cargo el sistema de tarjetas de colectivos y la recaudación del transporte público, está en el ojo de la tormenta. Desde el lunes a las 8, dos funcionarios de extrema confianza de Julio Cobos están instalados en el edificio de la firma y realizan una auditoría casi secreta que pidió el propio gobernador.

    Se trata de la directora de Contratos del Ministerio de Obras Públicas, Liliana Rodríguez, y de Eduardo Moreno, un hombre perteneciente al Ministerio de Economía que está controlando los sistemas y la parte informática del prepago. La razón de esta auditoría es la desconfianza del Ejecutivo respecto del manejo de la información que realiza Siemens, entre otras irregularidades. La versión oficial trató de ser poco alarmista.

    Francisco Morandini, ministro de Ambiente y Obras Públicas, reconoció ayer la auditoría a Siemens, pero sostuvo que este seguimiento es una medida prevista en los pliegos de concesión, que fue encarada porque el sistema de recaudación es muy complejo. Sin embargo,Morandini reconoció, al menos, un estado de duda respecto de la gestión de firma.

    “Hay un montón de lugares donde se maneja dinero, y quiero arrancar por Siemens. La recaudación funciona bien, pero quiero verificar la información, porque, en algunos casos, esta no es certera”, afirmó el funcionario.

    SOSPECHAS
. Cobos decidió hace 10 días que le haría una auditoría a Siemens.Y la medida quedó plenamente justificada esta semana, ya que la firma del prepago se vio involucrada en dos noticias polémicas. Por un lado, la Dirección de Vías y Medios de Transporte informó que la firma del prepago ha acumulado, en sólo 10 meses de gestión, un total de 18 multas por cometer diversas irregularidades.

    Entre ellas, la retención de los fondos del transporte más allá del tiempo permitido por el contrato de concesión, ya que a la empresa le corresponde quedarse con un porcentaje de la recaudación y debe depositar el resto en las cuentas del Estado a las 48 horas. Pero luego surgió otra novedad más preocupante aún: el contador Nicolás Canet, un hombre muy relacionado con los empresarios del transporte, también tiene un vínculo bastante estrecho con Siemens en la operación del sistema prepago de micros.

    Canet licitó este año una línea de media distancia, con lo cual demostró que se mueve con comodidad en dos áreas que el Gobierno se esforzó en separar para mejorar el transporte: la operación de los micros y la recaudación, espacio donde el contador gravita por medio de una empresa subcontratada por Siemens que se llama Prepago SA.

    Aunque Canet transita a diario por los pasillos del Ministerio de Obras Públicas, Morandini reaccionó ayer ante esta noticia. “De ninguna manera puede haber una vinculación entre las concesionarias de micros y la concesionaria del prepago. Siemens tendrá que tomar medidas en esto, porque si no, lo haremos nosotros”, advirtió.