Cientos de mendocinos despidieron este sábado a Gladys Ravalle en la sala teatral de Godoy Cruz que lleva su nombre.
La última voluntad de la Flor de Guaymallén era que su último adiós fuera una fiesta. De esta forma, la comunidad artística celebró su vida y paso a la inmortalidad con aplausos, risas, música, baile, comida y mucho color.
“No puede haber tristeza y nostalgia porque era su voluntad”, había pedido su hijo, el actor Juan Comotti.
La reconocida actriz e ícono de la cultura de Mendoza falleció esta mañana, a los 79 años de edad.
Su funeral se llevó adelante en la Enkosala Gladys Ravalle, ubicada en Almirante Brown 755, de Godoy Cruz, donde la homenajearon personalidades de la cultura, amigos, discípulos y políticos como el director de Cultura e Industrias Creativas y ex Subsecretario de Cultura de la provincia, Diego Gareca, quien acompañó el proceso para que los restos de la actriz fueran despedido con honores.
Actores, músicos y bailares, así como la delegación Mendoza de la Asociación Argentina de Actores, se movilizaron y colaboraron para que el velatorio se convirtiera en una fiesta.
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Cada uno de sus allegados dejaron plasmadas sus manos con pinturas de colores en su féretro que estuvo rodeado de fotos de Gladys, de su pareja, Cristobal Arnold, y de su hijo Juan.
A lo alto del altar estaba la bandera Whiphala y un cuadro de José A. Scacco, titulado “Presagio de la tormenta”.
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En el lugar también se hicieron presentes la ministra de Cultura y Turismo Nora Vicario y, quien ocupaba ese cargo hasta hace unos meses, la senadora Mariana Juri.
