La monja Kosaka Kumiko, una de las imputadas más complicadas en el segundo juicio por el caso Próvolo, fue la primera en prestar declaración.

Este jueves se sentó en el banquillo de los acusados y habló por poco más de media hora.

Sin embargo y por orden del tribunal presidido por Gabriela Urciuolo, no se brindó ningún otro tipo de detalles de lo que se dijo en la audiencia, como tampoco fotos del momento de su presentación.

La religiosa es la única que llega a este juicio con prisión domiciliaria. Está imputada por siete hechos, entre los que se encuentra un abuso sexual simple agravado.

El viernes, en tanto, no habrá debate porque se realizará la audiencia de prórroga de la prisión preventiva de una de las causas que tiene como imputada a Kumiko.

El juicio se retomará el lunes con la declaración de la representante legal Graciela Pascual (65), según el orden fijado por los magistrados.

Luego será el turno de la cocinera Noemí Paz (63), la psicóloga Cecilia Raffo (43), las ex directoras Gladys Edith Pinacca (66), Cristina Leguiza (50), Valeska Quintana (48) y Asunción Martínez (53).

La ex directora Laura Gaetán (60) anunció el pasado lunes que no prestará declaración.

Las nueve mujeres están acusadas de ocultar y no denunciar las vejaciones que ocurrían en el lugar y que tenían como principales protagonistas a los curas Horacio Hugo Corbacho y a Nicola Corradi que ya fueron condenados con las penas de 45 y 42 años de prisión, respectivamente.