Después de una larga guerra psicológica, Julio Cobos decidió echar de su gobierno a los iglesistas que se mantenían como equilibristas en puestos relevantes del Poder Ejecutivo. Augusto Peterle, coordinador de la prensa oficial, y Jorge Mastracusa, subsecretario de Relaciones Institucionales, se tuvieron que ir por expresa orden del gobernador, quien les pidió los cargos en la noche del miércoles. En tanto que Romano, al frente de la Subsecretaría de Servicios Públicos, presentó la renuncia ayer, convencido de que era el próximo en la lista. A los tres iglesistas, el cobismo en pleno llevaba un mes pidiéndoles que tuvieran “dignidad” y se fueran del Poder Ejecutivo.

NOVELA.

      Los cambios que el Gobierno formalizó ayer constituyeron el segundo capítulo de una novela que arrancó el lunes, con modificaciones en Seguridad y el Instituto de Juegos y Casinos, pero que todavía no termina. Según indicó el ministro de Gobierno, Cobos seguirá metiendo mano en los ministerios para oxigenar y mejorar la gestión, que está a punto de ingresar en su último año, aunque no está en el menú correr de su puesto a ninguno de los ministros en ejercicio. Lo que es innegable es que los despidos o renuncias de Peterle,Romano y Mastracusa sólo encuentran explicación en la violenta interna que vive el radicalismo provincial. Y también marcan una tendencia de poder dentro del cobismo, ya que Cobos aceptó los consejos de Alfredo Cornejo y desoyó los planteos del intendente de Godoy Cruz, César Biffi.

        En efecto, mientras el eventual candidato a gobernador del sector empujaba a Cobos hacia el diálogo con el iglesismo y coqueteaba con un pacto de paz dentro de la UCR, Cornejo se mantuvo firme en la línea dura y lo convenció de que había que deshacerse de los aliados de Roberto Iglesias.

LOS CAMBIOS.

      Marinelli y el ministro de Ambiente y Obras Públicas, Francisco Morandini, fueron los encargados de oficializar ayer los cambios. En remplazo de Peterle,Cobos designó al locutor Julio Paz, quien hasta hace poco era el vocero del gobernador. Para cubrir el puesto de Romano, el gobernador acudió a la directora de Vías y Medios de Transporte, Patricia Gutiérrez, quien justo está de minivacaciones en el exterior. A su vez, Mónica Nofal, hasta ayer directora de Fiscalización y Control, asumirá el puesto que dejará libre Gutiérrez.

       Por último,Mastracusa será remplazado por la abogada Sandra Gómez, quien ocupaba la jefatura de gabinete del Ministerio de Gobierno. Marinelli, quien estaba de licencia por enfermedad pero lo levantaron de su cama para anunciar los cambios, intentó disimular el sesgo internista de la movida. El jefe de la cartera política, que tenía a su cargo a Peterle y Mastracusa, sostuvo que los despidos apuntan a que los funcionarios tengan un perfil técnico y se ocupen totalmente de la gestión, a pesar de que viene un año electoral.

      “Si tenemos gente que se ocupa la mitad del tiempo a la política y la otra mitad a la gestión, la mitad de las cosas salen mal”, argumentó. Sin embargo,Marinelli admitió que las “especulaciones periodísticas” que atribuyen los cambios a la interna de la UCR “son válidas, ya que había funcionarios que festejaban junto a Iglesias cuando deberían haberse quedado en sus puestos de trabajo”. Al que más le costó esconder el evidente internismo del Gobierno fue a Morandini. El ministro lamentó la ida de Romano y dijo que, si no renunciaba, hubiese continuado en su cargo.