La muerte de Lucía Inés Fernández, una joven de 15 años que fue asesinada el martes en Rodeo del Medio, despertó el dolor de sus vecinos, familiares y toda la comunidad educativa. “Es tremendo lo que le pasó a esta nena, el dolor de esos padres no se los quitará nadie”, dijo conmovida Pascuala, una vecina de la familia Fernández.

La adolescente fue hallada asesinada el martes en una finca abandonada de Maipú. El cuerpo de la estudiante presentaba lesiones en el rostro y también más de una docena de puntazos, se desprendió del informe preliminar de la necropsia.

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Lucía, una chica sencilla y muy educada

La trágica noticia sacudió no sólo a la familia de Lucía sino también a los vecinos que la conocían de chicaen Fray Luis Beltrán. Pascuala, mejor conocida en la zona como Lita, tiene su casa pegada la de la familia Fernández, por ende, su relación fue muy directa.

“No puedo creer que hayan matado a la nena. El martes por la mañana estuve charlando con ella porque se encontraba limpiando el patio que está pegado a mi medianera. Ambas estábamos sacando la mugre que había dejado el viento”, comentó la mujer y agregó: “Le pregunté por su mamá y me dijo que estaba en cama, con anginas y que en un rato, cerca de las 11 se iba a ir a la escuela”.

Esa fue la pequeña y última charla que ambas mantuvieron. “Por la noche veo un movimiento extraño en la zona, sobre todo, en la casa de Rosalba y allí me entero que habían asesinado a la jovencita. Me desgarró el alma porque siempre fue muy servicial, atenta, educada, cariñosa, incluso, cada vez que iba al mercado me preguntaba si precisaba algo. Estoy destruida y aún no he querido acercarme a saludar a esos padres que deben estar sin consuelo, era su única hija”, expresó Lita.

Otra de las vecinas también coincidió en el cuidado que sus padres tenían para con ella. “Nunca la dejaban sola. A todos lados la acompañaban porque, como todos, temían que le pasara algo”, dijo Mary, mamá de tres mujeres.

La mujer aseguró que si bien los Fernández no eran muy sociables con los vecinos, jamás tuvieron ningún inconveniente. “Lucía era muy educada, sencilla, saludaba a todos y siempre se la veía adentro de su casa o en la calle, acompañada por sus padres”, comentó.

Ambas mujeres coinciden en que los padres siempre la acompañaban a tomarse el colectivo. La distancia desde su casa hasta la parada de micros es de unos 600 metros de calle de tierra y es poco transitada. “En la mañana Lucía iba acompañada por su madre Rosalba, cerca de las 11, y por la tarde, a las 17 o a las 19 era su padre el que la esperaba”, contaron.

Este martes, de hecho, su padre estuvo esperándola en la parada cerca de las 19 y luego de que el micro pasara y nadie bajara en el lugar decidieron dar aviso a la policía ya que su hija no había vuelto de la escuela, tal como lo hacía a diario.

Pedido de justicia

Norma es familiar de Lucía, hermana de su abuelo, y accedió a hablar con El Sol sólo para pedir justicia horas antes de que se produzca la detención del sospechoso del caso, de 14 años.

“No puede ser que este caso quede impune. El que hizo semejante daño tiene que pagarlo. No puede circular por la calle como si nada pasó. Acá no hay justicia, acá no tenemos seguridad y por eso pasan estas cosas. 

“Mi sobrina era una chica de bien, nunca anduvo en cosas raras y realmente es tremendo lo que le hicieron. La mataron como a un perro y la abandonaron. El dolor de esos padres nadie lo puede percibir”, refirió y agregó que “no estaba al tanto de la violación que sufrió el año pasado ya que ellos se mudaron hace seis meses a esta casa. Si ese relato es real, el drama es aún mayor. Sólo pido justicia para que su alma descanse en paz”.

En la escuela

La trágica noticia también golpeó fuertemente a la comunidad educativa de la escuela Padre Eduardo Icono, de Beltrán. En ese establecimiento Lucía se encontraba cursando el segundo año del secundario.

Este miércoles, a raíz de lo ocurrido, las puertas del lugar permanecieron cerradas por duelo. Sin embargo, en el interior y sin lograr entender mucho lo que pasó se encontraba Rosa, una de las celadoras de la escuela.

“Soy madre de 5 hijos y mi relación con Lucía siempre fue muy especial. La cuidaba mucho, la aconsejaba y siempre hablábamos de la vida”, relató la mujer muy conmovida por el caso.

Rosa la definió como “una muy buena niña”, dijo que “era dulce, aunque también tenía su carácter cuando algo le molestaba”. “Estaba en una edad muy compleja, como es la de la adolescencia, y se había puesto un poco rebelde, por ello, todo el tiempo las docentes y yo le hablábamos y tratábamos de acompañarla en esta etapa, tanto a ella como a sus compañeros”.

La mujer confesó que sus padres siempre la protegieron demasiado. “Estaban muy presentes, de hecho, cuando se acercaba la hora de llegada del micro y ella no cruzaba para abordarlo yo le recordaba que en su casa la esperaba su papá, para que no los preocupara y llegara a horario”, recordó.

“Estos últimos días estuve muy pendiente de ella porque me había contado que tenía un novio y que estaba muy contenta con él”, relató Rosa y agregó: “Todo el tiempo le preguntaba si sus padres sabían de este chico y ella me contestaba que sí”.

Finalmente la trabajadora aseguró que las recordará con su mejor sonrisa, su dulzura y como una niña rebelde, pero tierna. “Era muy buena persona, muy buena compañera, muy educada”.